La tasa de inflación anual en Japón cayó al 2,8% en noviembre de 2023 desde el 3,3% del mes anterior, apuntando a la cifra más baja desde julio de 2022.
El índice de precios al consumo subyacente de Japón, que excluye los alimentos frescos pero incluye el coste de los carburantes, subió un 2,5% en noviembre de 2023, lo que supone una ralentización respecto a la subida del 2,9% de octubre y la lectura más baja desde julio de 2022.
La cifra de noviembre también coincidió con las expectativas del mercado.
Aun así, la inflación subyacente superó el objetivo del 2% del Banco de Japón por vigésimo mes consecutivo, poniendo en entredicho el compromiso del banco central con una política monetaria ultra laxa.
El Banco de Japón mantuvo una política monetaria acomodaticia durante su reunión de diciembre y no hizo ningún comentario sobre posibles ajustes hacia la normalización de la política el próximo año. Se preveía que la reunión de diciembre no sería un acontecimiento hasta que el gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, habló recientemente de los escenarios en los que el banco central podría subir los tipos y advirtió de que su trabajo sería “más difícil desde finales de año hasta el año que viene”. Sin embargo, desde entonces los funcionarios del BOJ han echado por tierra las apuestas sobre una normalización más temprana.
Hoy los rendimientos, recuperaron terreno: