La economía alemana empieza el año con un cauto optimismo.
Probablemente no habrá recesión, pero es probable que el pib se contraiga ligeramente en el primer trimestre, debido sobre todo al consumo.
El 48,4% de las empresas se quejaron en enero de cuellos de botella en el suministro, frente al 50,7% en diciembre.
Las expectativas de exportación de las empresas han mejorado algo, se extiende un optimismo prudente.