El S&P 500, dice, se dirige a una caída del 50%, llevándolo hasta 2500. La investigación de Grantham es fascinante, pero directa y simple: las acciones están atrapadas en una súper burbuja, que él define como un alejamiento de tres desviaciones estándar de la tendencia. Grantham continúa diciendo que las súper burbujas siempre vuelven a la tendencia, basándose en las cinco ocasiones anteriores en las que sucedió, citando el mercado de valores de EE. UU. antes de la Gran Depresión, luego en 2000 y las acciones japonesas en 1989; y dos en bienes raíces: Estados Unidos en 2006 y Japón en 1989. Sin embargo con los ahorros globales cerca de un récord y los fondos de pensiónes esperando para aprovechar cada corrección, es difícil imaginar una caída de esa magnitud en el S&P en ausencia de un shock sistémico (como sucedió con la crisis financiera mundial). Tampoco olvidemos que la Reserva Federal y otros bancos centrales globales están dispuestos a convertir su estado de prestamista de último recurso en comprador en cuanto los mercados comiencen a sentir demasiado la atracción de la gravedad (para ser justos con Grantham, él admite eso hasta cierto punto). Justo ayer vimos un escenario en el que un funcionario de la Fed dejó constancia de que los responsables de las políticas no quieren sorprender a los mercados. Gráficos:


