El descenso de la inversión en existencias privadas se debió a la disminución del comercio al por menor (principalmente tiendas de mercancías generales, así como concesionarios de vehículos de motor).
El descenso de la inversión fija residencial se debió a la disminución de «otras» estructuras, en concreto las comisiones de los corredores.
La disminución del gasto de la administración federal reflejó un descenso del gasto no relacionado con la defensa que se vio parcialmente compensado por un aumento del gasto en defensa.
La disminución del gasto no relacionado con la defensa reflejó la venta de crudo de la reserva estratégica de petróleo, lo que se traduce en la correspondiente disminución de los gastos de consumo.