Creo que a estas alturas, los lectores habituales de nuestra web www.serenitymarkets.com, tendrán muy claro que los niveles psicológicos en los mercados son casi siempre importantes. Pocas veces se ve que a la primera sean pasados, y da mucho juego para poder ganar dinero poniéndose a la contra con un stop relativamente ceñido para cuando sale mal.
Lo que pasa es que hay que tener en cuenta que un nivel psicológico no tiene por qué ser una barrera eterna.
He descubierto un estudio realmente muy interesante, de hace 5 años, que analiza de forma científica todo esto de las barreras psicológicas.
El estudio es este:
Psychological Barriers, Expectational Errors, and Underreaction
to News
Justin Birruy
The Ohio State University
January 2015
Y es posible descargarlo de forma gratuita (en inglés) para quien quiera investigar por su cuenta en este enlace:
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2352474
El autor entre las muchas barreras psicológicas que hay en bolsa, la media de 200, los números redondos, ha escogido la barrera de los máximos de 52 semanas, muy típica en el mundo inversor anglosajón.
Vean el resumen de conclusiones que publican en el trabajo.
Este documento proporciona evidencia de que el máximo de 52 semanas sirve como una barrera psicológica, induciendo a errores de expectativa y falta de reacción a las noticias. Dos predicciones claras surgen y se confirman en los datos. En primer lugar, la cercanía a un máximo de 52 semanas induce errores de expectativas; evidencia de las sorpresas en las ganancias y los objetivos de precios de los analistas indican que las expectativas de los inversores y los analistas están sesgados en una dirección descendente para las poblaciones cerca de un máximo de 52 semanas y sesgado al alza para el comercio de acciones lejos de un máximo de 52 semanas.
Segundo, la cercanía a un máximo de 52 semanas induce falta de reacción a las noticias. Entre las acciones con sorpresas positivas, después del anuncio, la deriva solo existe para aquellas acciones cercanas a un máximo de 52 semanas. La evidencia sugiere que, en contraste con lo que dice actualmente donde se ofrecen explicaciones basadas en preferencias, una explicación basada en creencias puede explicar mejor las anomalías.
Hablando claro, si un valor tiene una noticia positiva, como le pille cercano por arriba el máximo de 52 semanas, y yo haría extensivo esto a cualquier barrera psicológica, nadie se va a fiar y el valor reaccionará poco. Si no tiene ninguna barrera psicológica cercana podrá subir a conciencia. En suma que la cercanía de una barrera psicológica a un valor, le frena con razón o sin ella. Por ello queda claro, que debemos tener en cuenta estas cosas en nuestra operativa.
Sigamos con el estudio.
El estudio plagado de fórmulas matemáticas y tablas complejas demuestra sin lugar a duda, que lo que subyace detrás de todo es pura psicología humana sin base lógica alguna.
Las creencias que nos han calado a todos, dicen que un valor cerca de los máximos de 52 semanas tiene muy difícil seguir subiendo. Mientras que uno por arriba tiene difícil bajar. Y es que entonces consideramos que el nivel psicológico puede actuar como soporte habría que añadir.
Una noticia buena cerca del nivel psicológico se puede desaprovechar y lejos del nivel se puede magnificar.
Así no le busquen la lógica, pero como la creencia está muy extendida, al menos en los primeros intentos siempre sale mucho papel.
Incluso un simple soporte y resistencia, si se publica por gente influyente y se difunde va a actuar como barrera. Se demostró en un estudio de Carol Osler economista de la FED de Nueva York publicado en el año 2000.
Estudio soportes y resistencias intradía en varios pares de divisas.
Vean sus conclusiones:
Los resultados indican que las tendencias del tipo de cambio intradía fueron interrumpidas a niveles de soporte y resistencia publicados sustancialmente más a menudo de lo que hubiera ocurrido si el nivel era arbitrariamente elegido. Este hallazgo es consistente en todas las divisas estudiadas y en las seis empresas estudiadas. El poder predictivo de los niveles publicados de soporte y resistencia varía considerablemente entre empresas y según las tasas de cambio.
Dura al menos una semana. (Recuerden que el estudio se hizo en intradía) Las estimaciones de fortaleza publicadas con los niveles no son significativos. Estos resultados son estadísticamente muy significativo y son robustos frente a otras parametrizaciones.
El poder predictivo de los niveles de soporte y resistencia tiene muchas fuentes posibles, algunas de las cuales se discuten en Osler (2000) La intervención del banco central ha sido citada como una posible fuente del poder predictivo de otras operaciones técnicas y estrategias (Szakmary y Mathur 1997; LeBaron 1999).
Sin embargo, parece poco probable que la intervención del banco central sea un fuente importante del poder predictivo de apoyo y niveles de resistencia ya que no se informó intervención para algunas divisas durante el período de muestra.
Otras posibles explicaciones incluyen la profecía autorrealizada.
Personalmente pienso que esta última hipótesis es la más probable. Y me baso sobre todo en que he leído otros estudios, que se los voy a ahorrar para no hacer pesado el artículo de hoy, donde en índices raros poco conocidos los niveles psicológicos funcionan mucho peor o definitivamente no funciona. La razón es simple, ahí hay solo 4 gatos, que no tienen fuerza suficiente para autosugestionarse todos a la vez en el mismo punto, como sí sucede con los grandes índices, valores u otro tipo de productos.
Pueden estudiar este trabajo al completo en este enlace:
https://core.ac.uk/download/pdf/6792961.pdf
Conclusiones:
Por mucho que no nos guste el análisis técnico (a nosotros sí que nos gusta y mucho), parece una mala idea vivir de espaldas a la realidad y no fijarse al menos en los grandes niveles de soporte y resistencia y sobre todo en los psicológicos, porque puede perjudicar mucho nuestra operativa. No tendrá lógica, será la profecía autorrealizada pero el caso es que se cumple y que funciona, y al mercado no se va a buscar lógica sino a buscar dinero.
José Luis Cárpatos.