La economía alemana se contrajo un 0,3% durante el primer trimestre de 2023, según la revisión de la estimación inicial de crecimiento nulo.
Esta cifra revisada indicaba un segundo trimestre consecutivo de declive económico, sumiendo a la mayor economía de Europa en una recesión, debido a los persistentes y elevados incrementos de los precios y al aumento de los costes de los préstamos.
El consumo de los hogares se contrajo un 1,2%, ya que los consumidores redujeron el gasto en diversas categorías, como alimentación y bebidas, vestido y calzado, y mobiliario.
Además, se produjo un descenso en la compra de coches nuevos, potencialmente influido por la interrupción de las subvenciones a los híbridos enchufables y la reducción de las subvenciones a los vehículos eléctricos a principios de 2023.
El gasto público también experimentó un descenso significativo del 4,9%, mientras que la inversión fija mostró un fuerte repunte del 3,0%, impulsada por la construcción y la maquinaria y equipo.
Por último, las exportaciones netas aportaron 0,7 puntos porcentuales al PIB, al aumentar las exportaciones y disminuir las importaciones.