La economía japonesa se contrajo un 0,7% intertrimestral en el tercer trimestre de 2023, frente al dato preliminar de una contracción del 0,5% y tras un crecimiento del 0,9% revisado a la baja en el segundo trimestre.
Se trata de la primera contracción del PIB desde el tercer trimestre de 2022, en un contexto de elevada presión de los costes y crecientes vientos en contra a escala mundial.
Hubo descensos tanto en el consumo privado (-0,2%, frente a una lectura plana en los datos preliminares y la cifra del 2T de una caída del 0,6%) como en los gastos de capital (-0,4%, frente a una caída del 0,6% en una lectura preliminar y la cifra del 2T de un descenso del 1,3%).
Asimismo, la inversión pública disminuyó más de lo que se pensaba inicialmente (-0,8%, frente a una caída del 0,5% en la impresión preliminar y tras un crecimiento del 1,5% en el 2T).
El comercio neto también fue un lastre para el PIB, ya que las exportaciones (0,4% frente a 3,8% en el 2T) aumentaron menos que las importaciones (0,8% frente a -3,3%).
Por su parte, el gasto público aumentó un 0,3%, en línea con las cifras preliminares y tras un descenso del 0,1% en el segundo trimestre.