La economía británica se contrajo un 0.3% en el cuarto trimestre de 2023, tras una disminución del 0.1% en el tercer trimestre, y peor de lo esperado según las estimaciones preliminares.
La economía entró en recesión debido a una disminución generalizada en la producción, especialmente en los servicios (-0.2%, igual que en el tercer trimestre), particularmente en el comercio mayorista y minorista (-0.6%); la producción industrial (-1% frente a 0.1%), principalmente en la fabricación de maquinaria y equipos (-7%) y la construcción (-1.3% frente a 0.1%).
En el lado del gasto, hubo una caída en las exportaciones (-2.9% frente a -0.8%), importaciones (-0.8% frente a -1.8%); el gasto de los hogares (-0.1% frente a -0.9%), especialmente un menor gasto en recreación y cultura, bienes y servicios diversos, y transporte; y el consumo del gobierno (-0.3% frente a 1.1%), principalmente una menor actividad en educación y salud. Estas caídas fueron parcialmente compensadas por un aumento en la formación bruta de capital (1.4% frente a -1.4%), principalmente en otras edificaciones y estructuras. Considerando todo el año 2023, el PIB en el Reino Unido aumentó ligeramente un 0.1%.