Vamos a dar un vistazo a dos supersectores que tienen una clara relación entre ellos dado que estamos en un ciclo de subidas de tipos de interés y además ya hay serias dudas de que las correlaciones por la operación de reflación tras la victoria de Donald Trump puedan seguir adelante.
Primero, pensemos que se esperaba que todo el dinero que iba a gastar la nueva administración en infraestructuras iba a disparar la inflación y el crecimiento en Estados Unidos, cosa que todavía no está encima de la mesa, así que no tenemos clara contrapartida al ciclo de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
En principio, un entorno de subidas de tipos de interés y además inflacionario, es profundamente beneficioso para el sector bancario, lo que daña globalmente al atractivo de las Utilities por reducir la valía de su dividendo cuando se compara con las perspectivas de crecimiento de otros sectores.
Sin embargo, Estados Unidos ha recorrido un camino y la euro zona no le ha seguido tanto. Si se fijan en el gráfico adjunto, pueden ver que ambos sectores han subido a la vez, pero la fuerza comparada, el indicador de abajo del todo, lleva sin mejorar desde finales del año pasado, lo que no es favorable para el sector bancario. Ahora mismo el indicador se está quedando sin espacio, por lo que debemos estar atentos por si el sector de las Utilities gana fuerza otra vez y lo hace mejor que los bancos por esa pequeña crisis en el sector y además una inflación que no acaba de presionar lo suficiente para un cambio decidido en el BCE.