Bayer ha presentado unos beneficios de su primer trimestre de 1240 millones de euros, bajando desde los 1950 del año pasado, lo que representa más o menos un descenso del 37%.
Las ventas aumentaron desde los 9140 del año pasado hasta los 13.020.
El descenso de los beneficios está centrado en los costes de reestructuración y también los efectos secundarios de la compra de Monsanto, que en conjunción supera los 800 millones. A esto hay que sumar la posibilidad de los costes asociados a las cerca de 13.400 demandas relacionadas con el famoso glifosato, lo que hace que los costes legales sean totalmente inciertos.