Ya tenemos el boletín mensual del Bundesbank y parece que se respira optimismo por los cuatro costados, pues dicen que este año la economía podría crecer más rápido de lo que se pensaba en junio. Además, la mejoría de la economía alemana en el trimestre actual se va a mantener porque tanto el consumo, las exportaciones y la industria siguen expansionándose.
El sentimiento del consumidor, la industria también está bien y además hay una cartera de pedidos sustancial, así que los tres factores importantes parece que siguen dando alas a la recuperación económica. De hecho, en junio se esperaba que se creciese un 1,9% este año y las cifras del segundo trimestre anualizadas apuntan a un crecimiento por encima del 2%.
Sin embargo, subrayan a una cosa muy clara como riesgo de medio plazo, y es el problema que van a tener los fabricantes de automóviles del país con las nuevas reglas medioambientales tras el escándalo de las manipulaciones de emisiones. Recordemos que los usuarios de algunas marcas alemanas pueden tener problemas en el futuro para poder circular por ciudades con alta contaminación, por lo que el coche no les va a servir prácticamente nada, lo que puede ocasionar problemas en el medio plazo por demandas de engaño. Los fabricantes se han puesto las pilas y están intentando solucionar la situación, pero no deja de ser un riesgo.