Dice que un crecimiento global más alto necesita una nueva aproximación a las políticas de comercio, y para ello la salida de la Unión Europea será una prueba clave.
Tal como comentamos antes, dice que no es el momento apropiado para subir los tipos de interés, porque hay un crecimiento anémico de los salarios y señales confusas tanto del gasto del consumidor como de la inversión empresarial.
También advierte de que la política monetaria no puede prevenir que haya un crecimiento más débil de los ingresos y además piensa que es algo que va a ocurrir a lo largo de toda la transición de salida de la Unión Europea.
Reconoce que se ven obligados a equilibrar en unas circunstancias muy excepcionales bajar la inflación y además apoyar el crecimiento.
Anuncia lo que todos ya sabemos desde hace tiempo, que las empresas dentro de poco van a necesitar activar sus planes de contingencia con respecto al Brexit pero todo dependiendo de que se alcance y cuándo se alcance un acuerdo de transición. Dentro de poco averiguaremos si la salida es un paseo gentil a lo largo de un camino suave hacia una tierra de pasteles y consumo. Esto es más bien una frase de ellos para decir que comprobaremos si vamos a tener una transición y negociaciones tranquilas y lo que se consiga al final sea algo como se prometió en un principio.