Cuenta la historia que hace muchos años los avances tecnológicos tocaron a la puerta de la poderosa y orgullosa ciudad de Constantinopla. Empezaba la era de la energía eléctrica y una serie de técnicos plantearon al Sultán que ese momento ostentaba el poder la posibilidad de instalar la corriente para todos o al menos en el palacio principal.
El Sultán, que tenía bastantes pocos conocimientos científicos y en general una cultura bastante limitada, no veía con buenos ojos aquel asunto que le sonaba a algo muy extraño y casi contra la naturaleza. Así pues, pidió que intentaran explicarle detenidamente cómo funcionaba aquel invento. Los técnicos se lo explicaron con mucha paciencia y cuando terminaron el Sultán les dijo que el proyecto era demasiado peligroso para la ciudad, por lo que quedaba descartado.
Cuando se le preguntó en qué basaba semejante suposición, ya que no había tal peligro, ni corto ni perezoso contestó que le habían dicho que era necesario la instalación por diversos puntos de dinamos y que esa palabra de dinamo tenía un aire a la de dinamita, por lo que sería seguro peligrosa. No hubo forma de convencerlo y la energía eléctrica no se instaló en esta ciudad hasta muchos años después.
Hay muchos sultanes hoy en día entre los políticos responsables de la política económica hoy en día, que siguen pensando que con juegos de palabras sin tener conocimientos profundos del tema se pueden llegar a grandes conclusiones. Es la moda de los días actuales. No es que se confunda la dinamo con la dinamita, pero ya el temita de las negociaciones entre China y EEUU suena ya a algo de esto…Hoy lluvia de declaraciones especialmente del gobierno de EEUU con Trump al frente para decirnos que todo va de maravilla. Pero el mercado que no se lo toma mal, tampoco se lo toma con euforia pues ya empieza a temerse que algún sultán de ambos bandos igual está confundiendo la dinamo con la dinamita…
Así que los operadores han preferido centrarse en los datos macro, que eso sí es real y medible y hemos tenido los siguientes, realmente los datos macro han marcado toda la cadencia de impulsos del día:
Hemos abierto en primer lugar al alza en Europa, gracias a un esperanzador dato de PMI de manufacturas Caixin en China, al mejor nivel en bastante tiempo.
Luego hemos entrado en una fase muy aburrida y lateral, se notaba el que era fiesta en muchos países y faltaban operadores habituales.
Pero despertábamos de nuevo a las 13h30 con la publicación del dato de empleo. Una buena cifra mucho mejor de lo esperado no solo con el dato de este mes sino también con el revisado al alza del mes anterior. Así que todos a subir.
Hasta que a las 15h00 llegaba el frenazo en seco y ya corrigiendo hasta el final desde máximos.
Ha habido dos problemas a esa hora que han hecho asomar el papel.
El primero un mal dato de ISM de manufacturas en EEUU, que nos devolvía a la realidad. Los datos de ISM son los Pepito Grillo de la economía de EEUU y nos recuerdan cada vez que se publican que el enfriamiento es real. Por eso Trump y su gobierno nunca los nombran.
Y el segundo problema, un factor técnico. El S&P 500 llegaba a la zona de resistencia de 3.060 y ahí se frenaba en seco y a la hora describir estas líneas, casi tres horas después seguía sin pasarlo.
El enfriamiento es evidente y así lo han reconocido esta tarde, la FED de Atlanta bajando la previsión de crecimiento del cuarto trimestre de 1,5 a 1,1% y la FED de Nueva York que ha rebajado de su lectura de 0,92 a tan sólo 0,8%.
Cifras son amores y no buenas razones.
El mercado depende muchísimo de lo que pase con la guerra comercial, de que haya acuerdo o de que se vuelvan a echar los trastos a la cabeza.
Es de suponer que si firma algún día, esa fase1, que está por ver sea con el levantamiento de los aranceles de diciembre, si no no tendría sentido alguno.
Y esto ha sido todo por esta semana en cuanto a las bolsas europeas. Buen fin de semana a todos y…a Claudia en particular.
José Luis Cárpatos.
