A mí, que aún tengo un poco alma de niño, a pesar de lo resabiado que me ha hecho este mundo de los mercados que es más corrupto que una timba de póker en el patio del penal de Sing Sing, siempre me gusta leer de vez en cuando historias de éxitos empresariales fulgurantes, porque no sé, le dejan a uno como un regustillo en la boca de felicidad y quién sabe, quizá yo algún día consiga algo así, somos humanos y soñar es algo maravilloso de nuestra condición. Una de los que más me gustan es la curiosa y bonita historia del origen del gigante petrolero mundial Shell. Les cito cómo la cuentan ellos mismos en una página web en español, merece la pena y además ahí descubrirán el porqué del logo de la compañía con esa concha marina:
«En 1833, Marcus Samuel abre una pequeña tienda en el East End de Londres, dedicada a la venta de conchas marinas para los apasionados de la historia natural en la época victoriana. En poco tiempo, la comercialización de las conchas da paso a una próspera actividad de importación y exportación. Marcus Junior, hijo del fundador, durante una visita a Bakú en la costa del mar Caspio, se encuentra con la posibilidad de exportar petróleo. En 1892, Marcus pone en servicio el primer buque petrolero especial y efectúa una entrega de 4.000 toneladas de queroseno ruso en Singapur y Bangkok. Paralelamente, en 1890, se constituye la compañía holandesa «N.V. Koninklijke Nederlandsche Maatschappij tot Explotatie van Petroleum-bronnen in Nederlandsch-Indië» para desarrollar un yacimiento petrolífero en Pangkalan Brandan, Sumatra. En 1896 la empresa construye su propia flota de petroleros para competir con los británicos.»
Pues ya ven, eso sí que es empezar poco a poco y construir un Imperio. Para estas cosas se necesita tiempo, construir con buenos pilares, pero eso no va con las bolsas de hoy, ya no está de moda los negocios lentos y estables, los mercados que se piensan las cosas, ahora todo se decide por un titular en las noticias. Todo va muy rápido. Los imperios no se levantan en muchos años como en la anécdota sino en horas. El que se atreviera a comprar ayer en la caída ha ganado una fortuna.
Hemos subido con toda nuestra alma por un titular de Bloomberg, diciendo que todo es postureo político y que las negociaciones no sólo no se han abandonado sino que están cerca de un acuerdo.
Al mercado es como si se le hubiera aparecido la Virgen con varios arcángeles alrededor de refuerzo. La subida ha sido instantánea y se ha mantenido hasta el final. Y más tras ver que poco después la CNBC decía que en realidad rozaron el acuerdo en noviembre, pero Trump fue el que se desdijo y que los chinos estaban un poco descolocados, pero se dejaba caer que el acuerdo no sería difícil. Y eso que los chinos, vía Global Times, poco después de la noticia de Bloomberg han dicho que era falso y que era otro truco de los americanos para que las bolsas no bajaran como ya habían hecho otras veces.
Y claro, en medio de estos titulares que daban vuelta a las bolsas y hacían caer a todos los activos refugio, la guinda la ha puesto Trump en persona. Mientras que ayer todo era negatividad, llegando a soltar lo de que igual el acuerdo es para después de las elecciones, hoy ha dicho que las negociaciones van muy bien y que el acuerdo está cerca. ¿Quién ha obrado el milagro? Pues tres días consecutivos de bajadas en Wall Street. Trump sabe que si desploma a las bolsas esta vez le van a echar la culpa a él a poco menos de 9 meses para las elecciones.
Así que el mercado vuelve a tener esperanzas de que pueda haber un acuerdo comercial con razón o sin ella.
Como bien decía un analista hoy esto es una partida de Poker entre chinos y EEUU, donde juegan faroles sin cartas o hacen all in cuando no viene a cuento. Es imposible saber cual es la realidad del punto en que están las negociaciones. Todo es postureo. Hoy el portavoz del ministro de exteriores chino ha llamado a los congresistas de EEUU que aprobaron ayer una nueva ley a favor de los derechos humanos de una provincia china, como idiotas e ignorantes, literalmente…Pero en realidad todo es postureo.
Es agotador intentar determinar si puede haber acuerdo o no, a estas alturas ya no tenemos ni idea, pero seguimos pensando que si lo hay no sería un acuerdo espectacular ni mucho menos, pero al mercado no le vendría mal, tras los últimos sustos.
Al margen de este tema principal del día, ojo al S&P 500, sería muy positivo que cerrara por encima de 3.101. Y ojo al futuro del Dax que parecía increíble pero vuelve a estar pegado a la media de 200 de 1 hora cuando parecía que se alejaba de ella. Si se vuelve a meter por encima el peligro técnico habría pasado.
Si, en cambio, si perdieran los mínimos de ayer en todos los mercados, a correr porque las cosas se estarían poniendo realmente feas.
En datos macro buen dato de PMI de servicios en China y en la eurozona, pero malo en EEUU. La FED parece más despistada que un pulpo en un garaje incapaz de ver los problemas de su economía. El dato de creación de empleo privado de ADP ha quedado igualmente, mucho peor de lo esperado.
José Luis Cárpatos