Los mercados emergentes se suelen considerar como mucho más volátiles que los desarrollados, pero que a cambio, dan mayores retornos al final. Pero si analizamos sus cifras, posiblemente nos llevemos algunas sorpresas.
En general a los mercados emergentes le vienen bien los períodos de flexibilización monetaria en EEUU y en menor medida en otras potencias desarrolladas pues una parte del dinero que llueve sobre el mercado termina allí, y mucho peor en los períodos de endurecimiento con una mayor fortaleza del dólar.
Si tomamos desde 1988, donde se inician los datos fiables de bolsas emergentes, vía índices MSCI, resulta que hasta la fecha habríamos obtenido una rentabilidad anualizada con ellos del 10,84%. ¿No está mal verdad? Pero resulta que el S&P 500 tiene una rentabilidad anualizada en ese mismo período del…10,8%…No me he equivocado en las cifras, ambos mercados tienen exactamente la misma rentabilidad. Exactamente igual. Esto puede dar una idea muy engañosa de la realidad. Al final se llegó al mismo resultado, pero por el camino las diferencias fueron enormes.
Nos vamos a basar en estos dos artículos, que tocan muy ampliamente el tema para la obtención de datos.
https://bpsandpieces.com/2018/09/24/the-curious-case-for-emerging-markets/
https://awealthofcommonsense.com/2018/08/buying-emerging-markets-after-a-disaster/
Para empezar, efectivamente los mercados emergentes, son mucho más volátiles, aunque como vemos al final ganan lo mismo, al menos en esta serie.
La desviación estándar, que no sería la medida correcta, pero que sirve para darnos una idea es en el MISCI de mercados emergentes de casi el 24% mientras que en el S&P 500 baja a poco más del 13%.
Vean además en la tabla siguiente que ciclos tan diferentes han seguido ambos mercados, se parecen en muy poco:
En el ciclo malo del S&P 500 entre 1999 a 2007 los emergentes ganaron casi 10 veces más que el S&P 500, sin embargo desde el año 2018 a la fecha ni la sexta parte.
Sus drawdowns son frecuentes y duros.
Las bajadas en torno a la crisis del 2008 realmente demoledoras.
Y en esta tabla por año se ven de nuevo las grandes diferencias
Raras veces se mueven a la par, con lo cual podemos ver como sugiere uno de los autores de los artículos citados que incluir un poco de emergentes a una cartera por ejemplo que se limite a replicar el S&P 500 vía gestión pasiva, igual no es mala idea. Vean esta cita:
“ A pesar de las ganancias inquietantemente similares, una combinación de los dos, reequilibrada anualmente, habría arrojado mejores resultados. En el mismo marco de tiempo:
- 90% S & P 500/10% MSCI Emerging Markets: 11.10% anualizado
- 85% S & P 500/15% MSCI Emerging Markets: 11.23% anualizado
- 80% S & P 500/20% MSCI Emerging Markets: 11.34% anualizado
Estas mejoras incrementales en el rendimiento habrían estado acompañadas de una volatilidad que no es sustancialmente mayor que la de poseer únicamente el S & P 500, gracias a los beneficios de administración de riesgos que ofrece la diversificación y el reequilibrio.”
Esta es la principal conclusión a la que queríamos llegar en este artículo. Para un inversor muy de gestión pasiva, que no es mi caso, pero sí el de muchos inversores, este porcentaje, no excesivo de cartera pasiva puesta en el MSCI de emergentes, es una buena idea, teniendo en cuenta que la volatilidad no sube gran cosa, y que se complementan mucho. A tomar buena nota.
Veamos algunas curiosidades más.
Ya saben que casi siempre se considera como mercado bajista el que se llega a perder un 20% al menos. Nosotros no estamos muy de acuerdo con esto, pero es lo habitual. Pues bien el autor se pregunta primero que pasaría si se compran emergentes cuando se cae al menos un 20%, pero más adelante reflexiona que esa no es la caída media de cada pico de bajada, por lo que hace el experimento tras caídas del 35% desde que se tienen datos, que recuerden no es demasiado, desde 1988.
Vean la cita:
El mercado bajista promedio durante este tiempo ha sido una reducción de aproximadamente el 35%, por lo que el umbral del 20% no actúa exactamente como una línea en la arena. Así que echemos un vistazo a lo que habría sucedido si hubiéramos comprado después de una disminución del 30% en EM utilizando los mismos parámetros 2 :
Las ganancias promedio para los que tienen el valor suficiente para comprar después de pérdidas del 30% en los mercados emergentes han sido del 17,27%, 34,22% y 91,98% en períodos de uno, tres y cinco años. La mediana de los resultados fue 17.10%, 22.28% y 50.59%.
El mercado bajista de 1997 es el valor atípico obvio que no dio resultado porque hubo mercados bajistas en 1998, 2001 y 2002 que provocaron los resultados finales. Pero el resto de las cifras de rendimiento muestran que puede haber grandes recompensas cuando evita temer cuando otros temen.
La parte difícil de invertir en clases de activos volátiles es que pueden volverte loco con su inconsistencia.
Conclusiones:
Los mercados emergentes son un conjunto de mercados bastante turbulentos y mucho más volátiles que los desarrollados. No son mercados para jugársela con ellos. Uno puede salir trasquilado. La entrada de más acciones chinas en estos índices no creemos que cambien muchos las cosas.
Pero sí parece claro que debido a que sus ciclos son muy diferentes respecto a los mercados desarrollados, un % pequeño de inversión en ellos, cuando veamos que hay posibilidades sí que puede dar algo más de sabor a la cartera.