dijo el director ejecutivo Paul Hudson al periódico Le Figaro en una entrevista publicada. el martes. Ese es uno de los caminos: obligar a las grandes farmacéuticas a que se asocien y produzcan dosis de vacunas con las patentes ya aprobadas y que se ha comprobado que funcionan. Estamos en una carrera en la que solo se gana si se va más rápido vacunando que la velocidad de propagación del virus.