después de un repunte épico de dos años que llevó al metal precioso a un récord en el verano. No creemos que el mercado alcista del oro este correlacionado con la existencia o no de vacunas. Sino más bien con la proclividad del los Bancos Centrales ( y fundamentalmente de la FED) a utilizar inmensos manguerazos de liquidez para neutralizar cualquier atisbo de caída del PIB. Costumbre que se ha instalado en las economías occidentales, que origina una devaluación del valor del papel fiduciario, que posiblemente despertará al monstruo de la inflación, que ha alcanzado un tamaño que no tiene marcha atrás y que obliga a los inversores a buscar activos no correlacionados donde mantener su poder de compra.