Ayer el mercado europeo no pudo seguir el ritmo de Estados Unidos y su alegría porque haya un nuevo Nafta, lo que reduce gran parte de la tensión comercial y además demuestra que la estrategia de Trump es ganadora.
Italia acelera el choque con Bruselas en el día de hoy, cosa que ya presenciamos en el día de ayer cuando supimos que una valoración informal de los presupuestos de 2019 por parte de Europa arrojaba el resultado de que rompía con las reglas europeas. A esto había que sumar la noticia de que el Ministro de Economía abandonaba una reunión antes de tiempo para seguir trabajando en el presupuesto, lo que daba la sensación de que habría choque con este tema.
La situación ha empeorado, tenemos bajadas generalizadas en el mercado europeo y además el sector bancario está sufriendo mucho junto con subida de tipos en el mercado secundario de la periferia, con un desplome del futuro de deuda a 10 años de Italia que ya está en 148 puntos.
La cuestión es que hemos tenido más declaraciones acerca de que el choque con la Comisión Europea es un objetivo por parte del gobierno de coalición italiano que dice que no va a mover absolutamente nada de ese déficit del 2,4% para los presupuestos del año que viene y que contraviene las reglas establecidas por Bruselas. Encima, Junker dice que no habrá trato de favor porque no sería justo con otros países.
Además, el euro está teniendo problemas en todos los frentes importantes gracias a ese comentario desde la liga Norte diciendo que todos los problemas se resuelven si Italia tuviese una moneda propia. Esto ya lo escuchamos en la crisis de Grecia y ya vimos cómo terminó la situación, pero el problema es que Grecia no es Italia. Italia es un peso muy importante en la economía europea y recordemos que nuestro país también tiene inestabilidad política con populistas, por lo que sumando el producto interior bruto de ambas economías, nos dan un peso muy importante del proyecto del euro, así que es normal que el mercado tenga miedo.