Ayer estuvo en la Universidad de Lisboa donde contestó una a una las preguntas que le hacía la audiencia y, como no podía ser de otra manera, defendió la política monetaria.
Cuando se habló de la desigualdad en Europa, dijo que la mayor causa de desigualdad es la ausencia de empleo, pero dado que la política monetaria actual está ayudando a reducir el desempleo, de forma indirecta se está luchando también contra la desigualdad.
Volvió a decir que cambiar el tercio de la política monetaria demasiado pronto podría ser contraproducente, algo que han expresado también otras voces del Consejo de gobierno, aunque está claro que los países del norte de la zona euro necesita que se haga cuanto antes por su distinta marcha con respecto a Europa del sur.
El problema subyacente del párrafo anterior es básicamente el mantenimiento de los bajos tipos de interés, ya que si el norte es más ahorrador, los ahorradores no obtienen dinero por su austeridad, pero la cabeza más visible del BCE dice que los jóvenes que han conseguido un trabajo gracias a la política monetaria, quizá no estén tan en contra de los tipos bajos.
Acaba diciendo que los tipos bajos favorecen el crecimiento y cuando existe crecimiento entonces aparece la oportunidad de crear ahorro, así que lo que se está haciendo ahora es necesario para que el crecimiento aparezca.