Dice que sigue siendo necesario un amplio grado de política monetaria acomodaticia.
El sector financiero debería seguir preparándose para posibles contingencias incluyendo un Brexit desordenado.
La perspectiva de la economía de la Eurozona depende, fundamentalmente, del momento del crecimiento global.
La toma de riesgos en partes del mercado inmobiliario y bancario ha contribuido a la generación de signos leves exceso de estiramiento de las valoraciones en algunas áreas.