La última ronda de compras de bonos del Banco Central Europeo corre el riesgo de debilitar la capacidad del mercado para disciplinar a los gobiernos haciendo que el BCE sea un acreedor aún más dominante para ellos, dijo el miércoles el director de políticas del BCE, Jens Weidmann.
Weidmann admitió que la crisis del coronavirus había hecho necesaria una nueva intervención del BCE, pero pidió que se pusiera fin al Programa de Compras de Emergencia para Pandemias, que tiene un valor de hasta 1,85 billones de euros después de la expansión de la semana pasada, cuando el brote haya terminado.
«Este problema (de una disciplina de mercado más débil) en particular se ha visto exacerbado por el reciente aumento del PEPP», dijo Weidmann.
«Debemos tener cuidado de que las medidas de política monetaria de emergencia no se conviertan en permanentes: Deben ser reducidas después de la crisis.»
Añadió que el BCE tendrá que normalizar su política monetaria, que durante los últimos seis años ha incluido tasas negativas en los depósitos bancarios y compras masivas de activos financieros, cuando las perspectivas de inflación lo permitan aunque los políticos reclamen tasas bajas.
«Cuando la perspectiva de los precios lo requiera, la política monetaria en su conjunto tiene que ser normalizada», dijo Weidmann.
«Sin embargo, para los bancos centrales podría resultar cada vez más difícil revertir su postura expansiva en tiempos de bonanza, porque no a todos les gustarán los tipos de interés más altos». (Informe de Francesco Canepa; Edición de Hugh Lawson) Reuters. Traduce serenitymarkets.com