El fabricante de medicamentos Merck & Co dijo el lunes que detendría el desarrollo de sus dos vacunas contra el COVID-19 y centraría la investigación sobre la pandemia en los tratamientos, con datos iniciales sobre un antiviral oral experimental que se espera para finales de marzo.
Merck se sumó tarde a la carrera por desarrollar una vacuna que proteja contra el coronavirus, que hasta ahora ha matado a más de dos millones de personas y sigue aumentando en muchas partes del mundo, incluido Estados Unidos.
La compañía registrará un cargo por interrupción antes de impuestos en el cuarto trimestre para la vacuna candidata V591, que adquirió con la compra del fabricante de vacunas austriaco Themis Bioscience, y la V590, desarrollada con la organización de investigación sin ánimo de lucro IAVI, dijo Merck en un comunicado.
En los primeros ensayos, ambas vacunas generaron respuestas inmunitarias inferiores a las observadas en personas que se habían recuperado de la COVID-19, así como a las notificadas para otras vacunas contra la COVID-19, dijo la empresa.
El anuncio supone un revés para la lucha contra la pandemia y se produce un mes después de que Sanofi y GlaxoSmithKline retrasaran el lanzamiento de su vacuna hasta finales de 2021, lo que subraya los retos que supone desarrollar vacunas a una velocidad récord.
Hasta ahora se han administrado en todo el mundo decenas de millones de dosis de vacunas de sus rivales Pfizer Inc y su socio alemán BioNTech, así como de Moderna Inc.
Johnson & Johnson, AstraZeneca Plc y otras empresas también se apresuran a desarrollar vacunas seguras y eficaces para proteger del virus.
Merck dijo que centraría los esfuerzos de investigación y fabricación de COVID-19 en dos medicamentos en investigación: MK-7110 y MK-4482, que ahora llama molnupiravir.
El molnupiravir, que se está desarrollando en colaboración con Ridgeback Bio, es un antivírico oral que se está estudiando en entornos hospitalarios y ambulatorios.
Merck dijo que un ensayo de fase 2/3 del fármaco estaba previsto que terminara en mayo, pero que los resultados iniciales de eficacia debían presentarse en el primer trimestre y se harían públicos si eran clínicamente significativos.
Merck dijo que los resultados de un estudio de fase 3 de MK-7110, un modulador inmunitario que se está estudiando como tratamiento para pacientes hospitalizados con COVID-19 grave, se esperaban en el primer trimestre.
Las acciones de Merck cayeron en las operaciones previas a la apertura del mercado. (Reportaje de Deena Beasley e información adicional de Manas Mishra en Bengaluru; edición de Shri Navaratnam y Anil D’Silva) Reuters. Traduce serenitymarkets