Los precios del petróleo bajaron por quinta sesión consecutiva el jueves, cayendo alrededor de un 1%, después de que los datos oficiales mostraran un nuevo aumento de los inventarios de crudo y combustible en Estados Unidos, mientras que la siempre presente pandemia empañaba las perspectivas de recuperación de la demanda.
El crudo Brent bajaba 74 centavos, o un 1,1%, a 67,26 dólares el barril hacia las 0745 GMT, tras haber caído un 0,6% el miércoles. El petróleo estadounidense también bajaba 65 centavos, o un 1%, a 63,95 dólares el barril, tras haber caído un 0,3% en la sesión anterior. Ambos contratos han bajado alrededor de un 3% en los últimos cinco días de descensos.
Los datos del Gobierno mostraron el miércoles que los inventarios de crudo de Estados Unidos han aumentado durante cuatro semanas consecutivas después de que las refinerías del sur se vieran obligadas a cerrar debido al fuerte frío. Un informe de la industria en el que se estimaba un descenso había suscitado esperanzas de que la racha de ganancias pudiera haberse detenido.
Los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron en 2,4 millones de barriles la semana pasada, según informó el miércoles la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA). Un día después de que el Instituto Americano del Petróleo (API) estimara el martes un descenso de 1 millón de barriles.
Las existencias de gasolina y gasóleo aumentaron frente a las expectativas de los analistas de un descenso.
«Las cifras de los inventarios estadounidenses de la EIA fueron más bajistas de lo que sugerían las cifras del API del día anterior», dijo ING Economics, señalando que las existencias sumaron más de 500 millones de barriles por primera vez este año.
«Los refinadores siguen recuperando capacidad después de las heladas de febrero», dijo ING, añadiendo que las tasas de producción están todavía por debajo de la media antes de la ola de frío.
En cuanto a la demanda, la ralentización de algunos programas de inoculación y la perspectiva de más restricciones para controlar el coronavirus atenuaron las expectativas de recuperación del uso de combustible.
Varios países europeos han suspendido el uso de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca debido a la preocupación por los posibles efectos secundarios.
En Alemania también se está produciendo un aumento de los casos de coronavirus, mientras que Italia planea un cierre nacional para la Semana Santa y Francia introducirá restricciones más estrictas. (Reportaje de Aaron Sheldrick; edición de Michael Perry y Lincoln Feast). Reuters. Traduce serenitymarkets