Evidentemente, llega un momento que el precio no pueda bajar más, pero de momento todo está en manos de que la OPEP quiera recortar la producción pero está claro que esto no es la solución porque los ingresos serán más o menos los mismos. El problema es la demanda, que no va a estar ahí siempre y el coche eléctrico es su peor enemigo.
Por lo tanto, las perspectivas para todo el negocio y Oriente Medio no son buenas.
Vean en el gráfico que no pensar en rebotes mientras no se salga de la sobreventa nos ha mantenido a salvo.