4 dic (Reuters) – El rublo de Rusia se reafirmó el viernes cuando los principales productores de petróleo acordaron continuar con algunos recortes de producción, mientras que la lira turca disminuyó después de que los legisladores estadounidenses se acercaron a las sanciones por la compra por parte de Turquía de los sistemas de defensa antimisiles S-400 rusos.
El rublo subió alrededor de un 0,3% para situarse en máximos de tres meses frente al dólar, también respaldado por la esperanza de que una vacuna COVID-19 en funcionamiento acelere la recuperación económica mundial el próximo año.
«Los activos de riesgo tienen suficiente para ellos por el momento», dijo Han Tan, analista de FXTM.
«Además de los desarrollos positivos de vacunas que prometen ayudar a la recuperación económica mundial, los principales bancos centrales no están rehuyendo desplegar más apoyo de política monetaria para sus respectivas economías».
Una canasta más amplia de monedas de mercados emergentes se estabilizó un 0,4% a su nivel más alto en más de cuatro años, respaldada principalmente por monedas asiáticas.
El rand de alto rendimiento de Sudáfrica cedió levemente frente al dólar, pero aún estaba listo para su quinta semana consecutiva de ganancias, ya que las apuestas por un repunte mundial provocaron una demanda de activos de riesgo en el mundo en desarrollo.
Las entradas de los mercados emergentes ahora se han vuelto positivas para el año, y los analistas de Morgan Stanley dicen que otros $ 2,79 mil millones ingresaron a los fondos de deuda de los mercados emergentes durante la última semana.
La lira turca parecía estar lista para terminar la semana con una nota abatida, disminuyendo un 0,2% después de que los legisladores estadounidenses incluyeron sanciones turcas obligatorias en un proyecto de ley de gastos de defensa que acerca a Washington a castigar a su aliado de la OTAN por comprar el sistema S-400 de Rusia el año pasado.
La lira ha alcanzado una serie de mínimos históricos este año y finalmente se estabilizó el mes pasado después de una fuerte subida de las tasas de interés tras una reestructuración en el liderazgo económico de Turquía.
Todos los ojos están ahora puestos en la próxima reunión del banco central el 24 de diciembre en busca de señales de un nuevo aumento en las tasas, particularmente después de que los datos del jueves mostraran un aumento de la inflación mayor de lo esperado.
«Una vez más, hemos llegado a la coyuntura familiar en la que no podemos estar seguros de cuán decisivo será (el banco central) y cuánto tiempo el presidente Tayyip Erdogan tendrá paciencia con las altas tasas de interés», dijo Tatha Ghose, analista de Commerzbank.
«Preocupaciones de esta misma naturaleza retroalimentan la debilidad de la lira, que a su vez impulsa la inflación aún más».
El índice MSCI de acciones de mercados emergentes subió un 0,9% y solo se redujo un 7% en un máximo histórico antes de la crisis financiera de 2007, con las acciones rusas liderando las ganancias.
Traducido por Serenity Markets
