Cómo construir una cartera es uno de los puntos más determinantes e infravalorados por los inversores. Es frecuente centrarse en las inversiones concretas que realizaremos y el timing del mercado dejando de lado la estructura de cartera que vamos a mantener. Curiosamente los estudios académicos demuestran que la inmensa mayoría del retorno, sobre el 90%, depende del asset allocation de nuestra cartera. En este post veremos cómo construir una cartera de fondos de inversión y decidir la estructura de nuestra cartera para que se adecúe a nuestras necesidades y tenga sentido en su conjunto.
El asset allocation, un gran olvidado por el inversor
Hablar sobre los tipos de activos que tienes en cartera, sus correlaciones y los porcentajes invertidos en cada uno no tiene glamour. Le falta atractivo. Aburre.
En cambio, hablar de la acción que acabas de incorporar, del último giro de la cartera y del rendimiento de la última small cap que has encontrado sí lo tiene. Es lo que muchos inversores necesitan.
Por desgracia esto significa hacer las cosas al revés. La inmensa mayoría de los inversores no presta la más mínima atención a qué estructura tiene de cartera o la relación entre las diferentes inversiones, siendo su cartera una colección de diferentes productos que les gustan pero sin un sentido general.
Esto lleva a carteras que, por ejemplo, tienen el 80% de su exposición a un mercado o factor concreto. Como ejemplo típico tenemos al inversor que solo invierte en los gestores nacionales que “conoce” gracias a las redes sociales. Este inversor tiende a tener casi toda la cartera en el estilo de inversión Value y con un fuerte sesgo por la RV Europa o España.
Lo malo es que no es una decisión meditada, es la consecuencia de la ausencia de una reflexión.
Por otro lado tenemos el tema de las correlaciones. Al no tener especificados en qué activos o estilos de inversión invertiremos es muy probable que haya muchas duplicidades. Por ejemplo, si tienes 5 fondos de inversión tecnológicos no estás diversificado porque casi la totalidad de su rendimiento será similar.
La experiencia me dice que dedicarle tiempo a construir una cartera con sentido es la gran tarea pendiente del inversor.
Conceptos previos: Los tipos de activos, sus rendimientos y correlaciones
Antes de ponernos a crear nuestra estructura de cartera ideal debemos tener clara la historia de cada activo y la relación entre ellos. Te adelanto que este apartado es mucho más profundo de lo que podemos explicar en este apartado, así que daré cosas por sentadas y dejaré de lado cosas que pueden ser relevantes para así centrarme en lo más importante.
Lo primero es conocer los diferentes tipos de activo que tenemos a nuestro alcance, tanto sus características como métricas históricas de rendimiento y riesgo. Resumiendo, los principales activos que tenemos son los siguientes:
- Renta Variable
- Renta Fija
- Inmobiliario
- Materias Primas
- Oro
Lógicamente hay más activos y tipos dentro de cada uno de ellos, pero nos vale para hacer una foto general.
El siguiente paso es entender las rentabilidades, riesgos y correlaciones de cada uno de ellos. Aquí es muy importante decir que los datos que encontremos dependen bastante del periodo que seleccionemos y del emisor. Al final tienden a tener resultados similares pero siempre hay discrepancias entre los estudios por las diferentes formas de cálculo.
A continuación te dejo una imagen que resume el comportamiento de los diferentes tipos de activo y, casi lo más importante, la correlación con el resto de los activos. En ella vemos diferentes ETFs referenciados a cada tipo de activo:
En la imagen podemos ver el rendimiento y la desviación típica (volatilidad) de cada activo. El gráfico quedaría mucho mejor con la máxima caída de cada uno, cosa que para mi da mucha más información que la volatilidad, pero bueno es fácil encontrar este dato.
Antes de explicar la matriz, quiero comentar la importancia de la correlación en las carteras. La correlación mide la similitud entre los rendimientos de los activos, por lo que una correlación alta nos indica que el rendimiento tiende a tener la misma dirección, positiva o negativa. Cuando es baja significa que no hay relación entre ambos activos, y la correlación negativa que cuando uno sube, el otro suele bajar. Es importante decir que la correlación no es un dato inmutable (puede cambiar en el tiempo) y que puede no ser así siempre. Esto se ve claramente en un crash de mercado donde activos típicamente descorrelacionados caen a la vez. Luego tendríamos la Beta, que nos mide la intensidad de los movimientos entre activos, pero esto ya es algo más avanzado.
La correlación es clave dado que nos ayuda a reducir el riesgo de la cartera, medido tanto en volatilidad como máxima caída. Esto se debe a que si hacemos un “mix” entre diferentes activos será muy improbable que todo suba o baje a la vez, incrementa de forma notable la relación rentabilidad-riesgo de la cartera.
Por ejemplo, si tenemos 5 fondos tecnológicos lo normal sería que todos suban o bajen a la vez (con mayor o menor intensidad) mientras que si tenemos 5 fondos en los que cada uno haya un tipo de activo es muy difícil que siempre suba o caiga todo a la vez, lo que hace que el rendimiento sea más estable. Lo mejor de esto es que al final todos los activos tienden a su rendimiento promedio, lo que significa que el riesgo se reduce más de lo que lo hace el rendimiento, siendo esto la clave del asunto.
Volvamos a la imagen. En la matriz de correlación vemos los datos entre todos los activos. Esto es importante para entender las similitudes entre ellos. Como podrás ver el mercado en general (el VTI) tiene una correlación el 0.98 con otro de Mid-caps y del 0,95 con el de Small Caps, lo que es una correlación casi total. Esto significa que si tenemos tres productos de estos mercados tenemos una probabilidad muy alta de que todo se comporte de forma similar.
En cambio, vemos que con el Oro tiene 0,01, lo que se llama descorrelación mientras que con la renta fija presenta correlaciones negativas. Por tanto añadir 1 solo de estos activos aportarán muchísima más diversificación que añadir 10 fondos de renta variable.
Esto, que puede quedar muy difuso en palabras, se ve claramente con un ejemplo. El enfoque tradicional habla de dos activos principales, renta variable y renta fija, siendo las carteras simplificadas un mix entre ellas.
En la siguiente imagen vemos el rendimiento de 11 carteras diferentes, desde 100% bolsa hasta 100% renta fija desde 1976 hasta 2017:
Como podrás ver el impacto de hacer un mix es claro en todas las métricas. Tanto rendimiento, como volatilidad como máxima caída caen de forma constante al añadir renta fija. La clave es que el rendimiento cae en mejor medida que el riesgo.
Veamos la diferencia entre la cartera 100 RV / 0 RF y 40% RV / 60% RF.
El rendimiento cae del 11,4% al 9,4%, un 2% menos de rendimiento, lo que porcentualmente hablando es un 17,5% menos de rendimiento. En cambio, la volatilidad cae del 14,8% al 7,3%, más de la mitad. Lo mismo ocurre con la máxima caída que hubiera sufrido, que cae de un -51% a un -21%, lo que es una gran diferencia.
Esto se puede hacer con más activos, áreas geográficas, factores y pesos hasta llegar a la estructura de cartera que tenga una relación rentabilidad riesgo que sea satisfactoria para nosotros. Hay inversores a los que no les importa el riesgo y solo buscan la mayor rentabilidad posible, mientras que otros priorizan mucho no tener grandes sustos o caídas temporales. Depende de qué tipo de inversor sea la diversificación entre activos será más o menos necesaria para ti.
Ojo, cuidado con los backtest y extrapolar los rendimientos pasados como si fueran verdades. Esto es muy peligroso y da una falsa sensación de seguridad. Cuando se construye una cartera es importante tener clara la historia, pero también mirar hacia delante. Por ejemplo, la situación de la renta fija es radicalmente distinta en el pasado que ahora dado que venimos de un super ciclo de bajadas de tipos (buenas para el rendimiento de los bonos en cartera) y cuando se gire será malo para los bonos, por lo que parece muy difícil que la renta fija presente esa relación rentabilidad riesgo en el futuro.
Los rendimientos pasados son una referencia en los tipos de activo pero no una realidad por las dinámicas del mercado y los cambios en los ciclos. Tenlo muy en cuenta al crear tu cartera.
Cómo encontrar nuestra estructura de cartera de inversión
Una vez tenemos claros los activos a nuestro alcance ya podemos ponernos a buscar esa estructura que nos encaje. Lógicamente hay un paso previo, que es conocernos a nosotros mismos y entender qué necesitamos.
Aquí es clave saber en qué nivel de riesgo estamos cómodos. Y no vale decir que confías en el largo plazo y que lo que pase por el camino te da igual. Si lo has vivido y sabes con total certeza que es así, perfecto, pero esto no es lo habitual. Si eres una persona que todavía no ha invertido o que lleva poco en los mercados es recomendable que empieces con un nivel de riesgo inferior al que tu consideres soportable.
No te imaginas cuantos inversores me han dicho que las caídas no les importaban etc etc, y en el primer -10% ya están maldiciendo el día que el que se interesaron por invertir.
Un -10%. No hablemos de un -30% o -40% en unos meses como pasó en el COVID o en tantas otras ocasiones. Ver una pérdida sobre el papel no es lo mismo que ver las pérdidas en tu cuenta.
Desde aquí ya podemos trabajar. El siguiente paso va muy vinculado a la cultura financiera y la tolerancia al riesgo. Hay inversores que tienen claro que la renta variable es el activo más rentable a largo plazo, tienen tolerancia al riesgo y pueden invertir a muy largo plazo. Por tanto, posiblemente estos inversores necesitan un nivel muy bajo de diversificación entre activos y solo lo harán dentro de la renta variable.
En cambio, un inversor que no termine de creerse eso de que el mercado siempre sube a la larga o no quiera entrar a la cuenta y ver un -30% por si sufre un infarto necesitará mucha más diversificación para eliminar riesgos. A más difuso veas el panorama del mercado, más diversificación.
En este punto toca ponerse con la selección de los tipos de activos y los pesos. A mi me gusta llamarlos “cajones” que luego llenaremos con los fondos de inversión que nos gustan.
Sobre los pesos para cada tipo de activo, no soy muy fan de ir “al céntimo” o montarse simulaciones y proyecciones monstruosas. Creo que es algo que para el inversor particular destruye más que aporta y lleva a lo que se llama “parálisis por análisis”. Esto significa entrar en un bucle de indecisión entre los pesos y las consecuencias.
Mi consejo es que te lances al barro con una estructura con la que, a priori, estés cómodo y la vayas adaptando hasta que encuentres un punto óptimo. Si puede ser, al principio peca de conservador, siempre es más fácil subir riesgo que tener que bajarlo tras quemarse en el mercado.
Una vez tengas la estructura ideal para ti ya es momento de ir a las subcategorías dentro de cada activo. Esto es relevante principalmente en renta variable y renta fija donde la variedad de activos es inmensa. Lo fundamental es tener una visión global, no dejarse mercados principales sin querer o tener muy sobre ponderado un mercado. Lo típico dentro de la renta variable es no tener nada de Emergentes o Asia y estar hasta arriba de Europa. Solo cambiar a un enfoque global ya es muy positivo para la cartera. Lo mismo para la renta fija. Aquí es típico que los inversores solo tengan RF de Gobiernos cuando el abanico es mucho más grande.
Si ves que se te hace un mundo ir a tanto nivel de profundidad no te compliques y suscribe productos generalistas, como fondos globales o en los que ellos sean quienes decidan la asignación según sus criterios. Como verás esto se puede complicar tanto como quieras así que quizá necesites seguir alguna cartera ya montada o seguir alguna de las estructuras famosas del mercado.
Algunos ejemplos de asset allocation
Una opción es partir de alguna de las estructuras ya creadas o famosas en el sector para seguirla y adaptarla a nuestras necesidades.
Por ejemplo, los inversores que buscan simplificar al máximo la estructura siguen los “mix” entre RV y RF que hemos comentado antes:
Pero como ya sabes esto se puede complicar todo lo que quieras añadiendo más tipos de activo, así que vamos a ver otras dos distribuciones de activo interesantes.
Una de ellas es el All Weather Portfolio de Ray Dalio, la que para mi es una de las mejores estructuras con un perfil de riesgo moderado-defensivo que hay.
El All Weather Portfolio fue creado por Ray Dalio, que para quien no lo conozca es el presidente de Bridgewater Associates y gestor de Hedge Funds con mayor patrimonio del mundo. Su estrategia no es fácilmente aplicable, así que creó la versión simple llamada All Seasons Portfolio.
La estrategia busca tener retornos positivos en cualquier entorno de mercado manteniendo una estructura permanente sin importar el momento del ciclo en que nos encontremos. La distribución del All Weather se basa en los diferentes escenarios de mercados y activos descorrelacionados.
Esto nos lleva a crear carteras realmente diversificadas sin una fuente de riesgo tan grande que elimine el efecto positivo que puedan aportar el resto de activos. Esto es algo habitual ya que muchos inversores añaden activos a la cartera sin tener en cuenta el riesgo que aporta en relación al resto, así como su peso.
Tras todo lo anterior llegamos a una estructura de la cartera como la siguiente:
- 30% Renta Variable
- 40% Renta Fija Largo Plazo
- 15% Renta Fija Medio Plazo
- 7,5% Materias Primas
- 7,5% Oro
Si quieres conocer más sobre esta estrategia te recomiendo el siguiente artículo en el que la expliqué en profundidad.
Otro ejemplo de cartera modelo es el Ivy Portfolio. Este portfolio se basa en las carteras de inversión que tienen la Ivy League, liga de las universidades top de USA, en concreto de las universidades de Harvard y Yale.
Mebane Faber escribió el libro “The Ivy Portfolio: How to Invest Like the Top Endowments and Avoid Bear Markets: How to Manage Your Portfolio Like the Harvard and Yale Endowments” que desde Zonavalue Club hemos tenido el placer de traducir al castellano y donde podrás profundizar sobre el proceso y la lógica tras cada activo.
La distribución de activos de esta estrategia es la siguiente:
- 20% RV Large Caps USA
- 20% RV Large Caps Globales (ex-USA)
- 20% RV Real Estate
- 20% RF USA Diversificada
- 20% Materias Primas
Conclusiones
Decidir nuestro asset allocation o la localización o asignación de activos no es tarea sencilla y tiene un alto impacto en la evolución de nuestras inversiones. Debemos entender qué necesitamos y los diferentes tipos de activo a nuestro alcance para así crear una cartera con un sentido donde cada parte aporte algo al conjunto en vez de tener una colección de inversiones sin una lógica común.
Este apartado es la gran carencia de la mayoría de los inversores, por ello a nada que le dediques tiempo a entender qué cartera tienes y cuál te gustaría tener avanzarás muchísimo y conseguirás construir una cartera más eficiente.