El índice PMI manufacturero flash de S&P Global en EE. UU. se mantuvo en 52 en junio de 2025, igual que en mayo y por encima de las previsiones de 51, lo que señala un ritmo de expansión en el sector manufacturero que iguala el máximo de los últimos 15 meses registrado el mes anterior. La producción industrial creció por primera vez en cuatro meses y el crecimiento de nuevos pedidos apenas se desaceleró. Además, el empleo aumentó al ritmo más rápido en 12 meses, y tanto los inventarios como los tiempos de entrega de los proveedores también contribuyeron positivamente.
Los precios de los insumos y de venta de los fabricantes subieron a tasas no vistas desde julio de 2022, ya que los mayores costes fueron trasladados a los clientes. Según Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, “aunque la demanda interna se ha fortalecido, especialmente en el sector manufacturero, favoreciendo un mayor empleo, esto refleja en parte un impulso derivado del aumento de inventarios, que a su vez suele estar relacionado con preocupaciones sobre precios más altos y problemas de suministro debido a los aranceles. Es probable que ese impulso se revierta en los próximos meses”.
El índice PMI de servicios de S&P Global en EE. UU. bajó ligeramente a 53,1 en junio de 2025 desde 53,7 en mayo, aunque se mantuvo por encima de las expectativas del mercado, que apuntaban a 52,9, lo que refleja que el sector servicios privado continúa mostrando un sólido impulso de crecimiento, según la estimación preliminar.
Los nuevos negocios siguieron aumentando, impulsados por un repunte de la demanda interna que logró compensar otro mes de contracción en los pedidos de exportación, afectados por la preocupación ante los aranceles impuestos por el gobierno. Este contexto de fuerte demanda llevó a las empresas a acumular trabajo pendiente, lo que a su vez las llevó a seguir contratando personal.
En cuanto a los precios, las compañías informaron fuertes aumentos en los costes de financiación, salarios y combustible, lo que llevó a muchos ejecutivos a trasladar esos costes a los clientes mediante subidas de precios. A pesar de ello, la confianza futura entre los proveedores de servicios se debilitó debido a la incertidumbre en torno a la política arancelaria.
Comentarios:
Los datos preliminares del PMI de junio indican que la economía de EE. UU. continuó creciendo al cierre del segundo trimestre, aunque el panorama sigue siendo incierto, mientras que las presiones inflacionarias se han intensificado con fuerza en los últimos dos meses. Si bien la actividad empresarial y los nuevos pedidos siguieron aumentando en junio, el ritmo de crecimiento se ha debilitado debido a la caída de las exportaciones tanto de bienes como de servicios.
Además, aunque la demanda interna se ha fortalecido —especialmente en el sector manufacturero— impulsando la contratación, parte de este impulso proviene de un aumento en la acumulación de inventarios, lo cual suele estar relacionado con preocupaciones por subidas de precios y problemas de suministro derivados de los aranceles. Este impulso, según advierten, probablemente se desvanezca en los próximos meses.
Por otro lado, los precios de los bienes han vuelto a subir con fuerza, con un ritmo de incremento que se acelera hasta alcanzar un máximo de tres años, ya que las empresas trasladan a los clientes los mayores costes vinculados a los aranceles. Los proveedores de servicios tampoco son inmunes al impacto de estas medidas y también reportaron un nuevo salto en los precios, a menudo asociado a aranceles sobre insumos como los alimentos.
Estos datos respaldan la idea de que la Reserva Federal se mantendrá en pausa durante un tiempo, para evaluar tanto la resiliencia de la economía como la duración de este nuevo episodio inflacionario.