Durante un mercado bajista, los inversores suelen buscar inversiones que aún puedan tener rendimientos positivos, como los bonos y los fondos de inversión en renta fija. Como los bonos son inversiones de renta fija, se asocian con la estabilidad y la seguridad. Pero ¿son los bonos realmente una inversión segura? ¿Puede un fondo de renta fija perder dinero?
Si entendemos los fundamentos de los bonos, también podemos empezar a entender las claves de los fondos de inversión en renta fija y las diferencias y similitudes entre ambos. El funcionamiento de los fondos de renta fija comienza con los valores que componen la cartera del fondo. Los fondos de renta fija son cestas que agrupan multitud de bonos diferentes.
Aunque pueda parecer lo mismo, los bonos individuales y los fondos de renta fija no funcionan de la misma manera, especialmente cuando se trata de precios y rentabilidades.
Por qué invertir en renta fija
La mayoría de la gente tiende a pensar en la renta variable (las acciones) cuando se trata de invertir. Mientras que los precios de las acciones pueden subir o bajar bruscamente en respuesta a las noticias y a los anuncios de los beneficios de las empresas, la inversión en bonos suele considerarse más segura, ya que la volatilidad es mucho menor.
Hay varias razones por las que un inversor puede querer comprar bonos. Entre ellas se encuentran:
– Una renta constante y definida
– La conservación del capital
– La diversificación del riesgo
El funcionamiento de un bono es relativamente simple, al menos si los mantenemos hasta su vencimiento:
Supongamos que decidimos invertir dinero en un bono, como un bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años (también conocido como T Note a 10 años), un bono que paga un 2% anual. Invertimos 10.000 dólares a un precio de 100 dólares cada bono. Suponiendo que mantendremos los bonos hasta la fecha de vencimiento, recibiremos 200 dólares al año (10.000 x 2%) durante los próximos diez años, momento en el que recuperaremos los 10.000 dólares de capital.
Por este funcionamiento los bonos se consideran ingresos “fijos” y seguros, ya que la renta (el rendimiento) que obtendremos es fijo hasta el vencimiento. Por eso los bonos son muy útiles para obtener ingresos periódicos. Pero ¿qué ocurre si necesitamos vender el bono antes de que se cumplan los diez años? Aquí es donde la seguridad que nos aportan los bonos puede verse comprometida.
Cómo funcionan los bonos
Los precios de los bonos pueden subir o bajar, aunque no tan rápidamente como los precios de las acciones. Estos son los principales factores que afectan al precio de un bono:
- Los tipos de interés: Los precios de los bonos se mueven en la dirección opuesta a los tipos de interés. Si los tipos de interés bajan, los precios de los bonos suben. Si los tipos de interés suben, los bonos, sobre todo los que tienen vencimientos más largos caen de precio. Esto se debe a que los nuevos tipos de interés más altos harán que los bonos anteriores sean menos atractivos para los inversores.
- Edad del bono: Cuanto más largo sea el vencimiento, mayor será la variación del precio en relación con los movimientos de los tipos de interés. En un periodo de subida de tipos y de bajada de precios, los fondos de bonos a largo plazo perderán más valor que los bonos a medio y corto plazo. Por lo tanto, algunos inversores cambiarán sus inversiones en renta fija por vencimientos más cortos cuando se espera que los tipos de interés suban. Cuando los tipos de interés están bajando, los vencimientos más largos (es decir, los fondos de bonos a largo plazo) pueden ser una mejor apuesta.
- Calidad crediticia: Al igual que un individuo que desea obtener un préstamo, los emisores de bonos generalmente deben pagar tipos de interés más altos si su calificación crediticia es mala. Las principales agencias de rating, como Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch asignan una calificación a los bonos en función del riesgo y la solvencia de una empresa. Los bonos con mayores rendimientos suelen ser los que tienen una calificación crediticia más baja, ya que mayores rendimientos se asocian con mayores riesgos.
En qué se diferencian los fondos de renta fija de los bonos
Los fondos de renta fija funcionan de forma diferente a los bonos individuales ya que los fondos de inversión están formados por decenas o cientos de bonos, y los gestores de los fondos compran y venden los bonos del fondo dependiendo de las condiciones del mercado y de su política de inversión.
Cuando un inversor posee bonos individuales, el inversor tiene el control el momento de la compra y la venta. Mantener un bono individual hasta su vencimiento significa que el inversor recibirá el valor del bono. Esto no ocurre con un fondo de bonos debido a la rotación de las participaciones a lo largo del tiempo. Esta rotación puede ser amiga o enemiga, nos beneficiará si el gestor del fondo consigue obtener rentabilidades mayores que únicamente comprando un bono a 10 años y manteniéndolo hasta vencimiento, pero también puede afectarnos negativamente si retiramos nuestro dinero del fondo en un momento en el que los precios, y el valor liquidativo del fondo, haya bajado.
La pérdida o ganancia real no se realiza hasta que se vende definitivamente el bono o el fondo. Hasta entonces, las variaciones de precio nos afectarán únicamente sobre el papel.
¿Son los bonos una inversión segura durante un mercado bajista?
Los bonos y los fondos de renta fija pueden ayudar a diversificar una cartera, lo que puede ser especialmente beneficioso en un mercado bajista para las acciones. Cuando los precios de las acciones están cayendo, los precios de los bonos pueden permanecer estables o incluso subir porque los bonos se vuelven más atractivos para los inversores en un entorno difícil.
Los fondos de bonos suelen ser menos arriesgados que los fondos de inversión en acciones. Pero los inversores deben comprender que el valor de un fondo de bonos puede fluctuar. La mejor idea para los inversores es encontrar fondos de bonos adecuados, mantenerlos a largo plazo e intentar no prestar mucha atención a las fluctuaciones de precios.
Cómo invertir en renta fija sin arriesgar demasiado
La compra de bonos puede resultar un poco más complicada que la compra de acciones, debido a la cantidad inicial necesaria para empezar a invertir. El valor nominal de la mayoría de los bonos es de 1.000 dólares. Una forma sencilla de tener exposición es a través de fondos de renta fija, ya sean fondos de inversión o ETFs.
– Comprar bonos directamente: Podemos comprar bonos a través de un bróker, donde compraremos los bonos que otros inversores quieran vender. Podremos comprar bonos con prima o descuento según el precio de mercado que tenga en el momento. También se pueden suscribir bonos en la oferta inicial directamente con el emisor, con unos importes mayores que en el mercado secundario.
– A través de fondos de renta fija o ETF: Un fondo es una gran opción para los inversores particulares porque proporciona una diversificación inmediata y no existe un mínimo para poder invertir. Los ETF son cestas con bonos clasificados en bonos a corto, medio y largo plazo, o que proporcionan exposición a ciertas industrias o mercados, que se compran y venden de forma pasiva.