El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha hecho saltar las alarmas en el ámbito internacional. La actual situación tendrá, sin duda, consecuencias de largo alcance a nivel social y político. No obstante, todavía está por ver cuáles serán sus efectos a nivel económico, pues los mercados financieros distan mucho de ser inmunes a los conflictos sociopolíticos. Pero, realmente, ¿qué puede ocurrir?
Las guerras siempre tienen consecuencias económicas, especialmente en un mundo globalizado como el actual. Por ello, no es de extrañar que los inversores se alarmen ante las posibilidades del actual conflicto.
Por esa razón, en siguiente artículo, analizamos cómo afecta el conflicto a los mercados y las medidas que pueden tomar los inversores para mejorar su gestión emocional y proteger sus finanzas. Y, del mismo modo, vemos la importancia de la diversificación de la inversión y cómo puede ayudarnos.
Cómo afecta la guerra a los mercados
Lo primero que hay que tener en cuenta sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania es el papel que tiene Rusia como actor económico a escala global. Aunque se trata de un país de gran tamaño, lo cierto es que Rusia tiene un papel relativamente poco importante en la economía internacional.
Sin embargo, su actividad principal es la exportación de gas y petróleo. Por ello, los países que se benefician de sus productos se encuentran ahora perjudicados. Y, con la dependencia europea del gas y el petróleo, ha aumentado el precio de las facturas.
Sin embargo, este repunte no solo tiene desventajas, ya que se está debatiendo la obtención de nuevas fuentes de energía. Todo esto puede hacer que Europa se diversifique y genere una mayor actividad económica.
En cualquier caso, los efectos económicos de la actual guerra serán muy desiguales entre países y, por lo general, se manifestarán a largo plazo. No obstante, es la incertidumbre económica y política la que puede generar angustia entre los inversores y ralentizar la inversión.
Ante esta clase de situaciones, es oportuno recordar que algunas crisis ligadas a un suceso histórico imprevisto vienen seguidas de una recuperación relativamente rápida, mientras que otros acontecimientos apenas hacen mella en el mercado. Además, los bancos centrales suelen reducir el impacto de las crisis y contribuyen a recobrar la estabilidad económica.
La importancia de la gestión emocional y el asesoramiento de calidad
Por ello, es importante no sacar conclusiones precipitadas y conservar la calma. La clave para hacerlo está en la gestión emocional. Ante la incertidumbre en la evolución de los mercados, los inversores deben evitar las decisiones impulsivas y llevar a cabo una planificación financiera a largo plazo. Con ello, se mantendrá una mayor serenidad ante situaciones convulsas y se evitará tomar decisiones precipitadas en el ciclo de vida financiero.
En ese sentido, la figura de un asesor financiero puede constituir un aliado muy valioso en la toma de decisiones. Figuras como el Family Banker cuentan con la formación necesaria para informar a sus clientes de la evolución del mercado y trazar un plan de ahorro e inversión compatible con su perfil.
Aunque los conflictos bélicos y las crisis son inevitables, es oportuno que los inversores recuerden el pasado. A lo largo de los últimos cien años, la sociedad se ha sobrepuesto a algunas de las mayores catástrofes de la Historia.
Por tanto, la solución idónea es llevar una planificación serena de nuestras finanzas con ayuda de un profesional adecuado para ello.