Los bienes intangibles son aquellos que no podemos ver ni tocar debido a sus características intrínsecas. Gracias al avance de las tecnologías, la implementación de sistemas informáticos, la evolución humana en cuanto a conocimientos y una mayor red de telecomunicaciones mejor desarrollada e implementada en la vida diaria, la inversión en bienes intangibles está por sobrepasar la inversión en activos tangibles tradicionales. Es por ello que en este artículo os explicamos cómo son estas inversiones que aun no teniendo apariencia física, cada vez benefician tanto a la sociedad como a las empresas.
La inversión en bienes intangibles, a diferencia de otros tipos de inversiones como las inversiones en inmuebles, consiste en los gastos que tiene una empresa por la adquisición de elementos que no pueden cuantificarse en un futuro pero que sí tendrán una influencia en el incremento de ventas, reducción de costes, o en un incremento de la productividad. Por otra parte existe la inversión en bienes intangibles en el ámbito personal, tales como la formación y el conocimiento que adquirimos cuando estudiamos una carrera.
¿Qué son los bienes intangibles?
Como la propia definición de la palabra dice, son bienes que no son perceptibles por los sentidos ni ocupan un espacio físico. Por lo tanto, son bienes inmateriales, los cuales no podemos ver ni tocar. Entonces ¿qué podemos considerar como bienes intangibles?. Normalmente desde el punto de vista empresarial, los bienes intangibles son considerados aquellos que forman parte del “brainstorming” de una empresa. Es decir, los bienes intangibles de una empresa hacen referencia a los conocimientos que esta tiene para poder avanzar y desarrollarse en un ámbito empresarial.
Consideramos los bienes intangibles de una empresa tales como: una marca, la reputación de una empresa, la visión por parte de los clientes acerca de la empresa, el conocimiento y la formación o cualquier ámbito inmaterial que pueda desarrollar y mejorar la empresa. A efectos generales, los bienes intangibles, son difíciles de medir. Es por ello que invertir en estos bienes intangibles puede resultar algo poco complejo. Podemos invertir en bienes intangibles desde un aumento en la formación de los empleados de la empresa hasta aumentar las colaboraciones con empresas del sector. Podrás encontrar más diversidad de estas inversiones alternativas en nuestra sección de inversiones alternativas.
¿Qué valor aportan los bienes intangibles?
Las inversiones intangibles, a pesar de no tener ningún soporte material, aportan gran valor tanto a las empresas como a la sociedad en general. Pero ¿cómo es que pueden aportar valor? os lo explicaremos con este ejemplo:
Una empresa quiere mejorar su organización con el objetivo de ser más eficiente, y poder mejorar factores como el tiempo de ejecución de sus servicios, mejorar la atención al cliente o una mejor organización en la empresa (lo que hará que los empleados puedan concentrarse mejor en sus funciones). Dicho esto, la empresa invierte parte de su tiempo y dinero en crear una estructura organizativa mejor optimizada que la que tiene actualmente.
Esta estructura organizativa no es ningún bien material que pueda medirse o cuantificarse, pero realmente aportará valor a la empresa. Así es como funcionan los bienes intangibles. Esta mejora en la empresa no nos arrojará números de inmediato, pero sí será un cambio notable en la productividad a largo plazo de la empresa.
Siempre se dice que para empezar una casa hay que tener una buena base y unos buenos cimientos sobre los que poder construir. Así pues, la inversión en bienes intangibles metafóricamente hablando serían estos cimientos sobre los que se crecerá una empresa. Si posees una empresa o simplemente quieres mejorar personalmente en tu ámbito laboral o personal, considerar los bienes intangibles es imprescindible para desarrollar cualquier aspecto empresarial o personal.