Una búsqueda rápida en internet revela que existen incontables formas de invertir su dinero
de forma «responsable» o «sostenible». Tal ejercicio también puede exponerle a términos
potencialmente nuevos, como por ejemplo la inversión «ESG», y tal vez se pregunte qué
significan exactamente. Comprender algunos de los conceptos básicos puede ayudarle a
rentabilizar sus inversiones a largo plazo de un modo más alineado con sus aspiraciones y
valores.
En este artículo nos proponemos explicar los aspectos que en M&G consideramos como los cimientos de la inversión responsable, y de qué modo, a través de la inversión de impacto,
puede usted tratar de contribuir positivamente a la sociedad sin renunciar necesariamente a
sus objetivos financieros.
La importancia de los factores ESG
Creemos que tener en cuenta todos los factores capaces de afectar de forma sustancial al
resultado de una inversión, ya sea positiva o negativamente, forma parte de nuestro deber
como inversores responsables.
Esto incluye factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), que
corren peligro de pasarse por alto en un análisis concentrado exclusivamente en medidas
financieras más tradicionales, como la rentabilidad, los activos y las deudas. Ignorar estos
factores ESG puede ser costoso para los inversores en el largo plazo, y en última instancia,
es probable que las implicaciones de una mala gestión corporativa y de la desatención del
medioambiente o de la sociedad afecten negativamente al desempeño de una compañía.
Por este motivo, pensamos que desde un punto de vista financiero tiene sentido integrar los
factores ESG en el proceso de inversión. Capturando en mayor medida los riesgos y
oportunidades potenciales de una inversión, esperamos poder mejorar nuestra toma de
decisiones, y con ello nuestra rentabilidad financiera.
Construyendo carteras sobre cimientos ESG
Un número creciente de estrategias de inversión van más allá de la integración de factores
ESG, tratando asimismo de lograr un resultado u objetivo específico relacionado con el
medioambiente, la sociedad, o ambos.
Sumándose a las distintas ambiciones relacionadas con objetivos no financieros, las
gestoras de fondos les han asignado un abanico de nombres diferentes, lo cual puede
generar cierta confusión a la hora de comparar productos.
En marzo de 2021 se introdujeron nuevas reglas en la Unión Europea con objeto de aportar
claridad a este respecto. El nuevo Reglamento sobre la divulgación de información relativa a
la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR, por sus siglas inglesas) se
propone mejorar la transparencia en torno a los productos financieros orientados en cierta
medida hacia a la sostenibilidad. Ahora, estos productos deben clasificarse en base al marco SFDR. Los fondos que se promocionan activamente por sus características
medioambientales o sostenibles se consideran productos del Artículo 8, y los que tienen un
objetivo de inversión sostenible corresponden al Artículo 9.
Estos dos artículos del texto del reglamento detallan las diferencias exactas entre ambos.
Para ambas categorías, no obstante, cabe esperar que los proveedores muestren cómo se
cumplen sus características y objetivos y cómo divulgan la rentabilidad de cada fondo.
En busca de rentabilidad, para usted y para el conjunto de la sociedad
Al final del espectro de enfoques de inversión responsable figura la inversión de impacto. El
aspecto que diferencia a las estrategias de impacto de las demás es que persiguen un
doble objetivo: generar un impacto positivo en la sociedad y obtener rentabilidad financiera.
Invirtiendo en compañías que persiguen de forma explícita resultados significativos para el
planeta y las personas, los inversores pueden ayudar a abordar los mayores retos sociales
y medioambientales a los que se enfrenta el mundo.
A la hora de invertir en busca de impacto, creemos que toda empresa debe demostrar el
impacto positivo y mensurable que aporta. A este respecto, los indicadores de desempeño
son relevantes para las actividades de un negocio. Por ejemplo, podemos medir el impacto
de una empresa de energías renovables en términos de las emisiones de dióxido de
carbono que ahorra cada año.
Como es natural, a la hora de invertir no hay garantías, pero no existen pruebas de que la
inversión de impacto conduzca a rentabilidades financieras más bajas en el largo plazo. Su
objetivo es lograr un fin social o medioambiental junto a una ganancia financiera, no en
lugar de ella.
En nuestra opinión, los dos objetivos de la inversión de impacto pueden (y deberían) ir de la
mano. Creemos que existen tremendas oportunidades para empresas innovadoras capaces
de ofrecer soluciones para los desafíos mundiales.
El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará
que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la
cantidad invertida inicialmente.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una
recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento
financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor
financiero.
Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones
de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G
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