Hace poco tuve la suerte de entrevistar personalmente a Meb Faber para nuestro canal de YouTube, un gestor de fondos estadounidense y escritor que despertó en mí la curiosidad por esta idea de buscar opciones que permitan posicionarse ante el mercado de forma permanente. Esto nos lleva a enlazar aspectos relacionados con la seguridad, la rentabilidad, la estabilidad y la simplicidad en un entorno de inversión hostil que, sin embargo, nos ofrece posibilidades como la que vamos a explicar, estamos hablando de Harry Browne.
Una cartera permanente consiste en un portfolio estático que, sin quebraderos de cabeza, nos permita establecer una relación riesgo-rentabilidad razonable y que podamos mantener permanentemente sin importar el ciclo económico.
Empezaremos por explicar quién era Harry Browne
Harry Browne (Nueva York, 17 de junio de 1933 – 1 de marzo de 2006) fue escritor, político y analista de mercado. Se presentó a Presidente de los Estados Unidos como candidato por el Partido Libertario en 1996 y 2000.
Biografía:
Nació en la ciudad de Nueva York, sus padres fueron Cecil Margaret y Edson Bradford Browne. Tras graduarse, Browne se unió al Ejército de los Estados Unidos, donde sirvió durante cinco años.
Trabajó como consejero de inversiones durante la mayor parte de su vida. Hizo fortuna escribiendo libros e invirtiendo. Adquirió una cierta importancia en 1970 con su primer libro: How You Can Profit From The Coming Devaluation. Su segundo libro, publicado en 1973 fue How I Found Freedom In An Unfree World. En su obra predecía la devaluación del dólar y la consecuente inflación, y se convirtió instantáneamente en un clásico en algunos círculos libertarios. Su tercer libro llegó a ser número 1 de la lista de más vendidos del New York Times. Titulado You Can Profit from a Monetary Crisis.
Dedicó sus conocimientos económicos a desarrollar un método de inversión que fuera seguro, rentable y sobre todo estable. El resultado final fue la Cartera Permanente de Harry Browne, una propuesta tremendamente sencilla que, con solamente cuatro activos repartidos a partes iguales (acciones, oro, dinero y bonos) haría posible lograr su objetivo.
Una mirada de cerca a una estrategia de inversión que puede manejar el incierto entorno financiero actual
La incertidumbre del mercado no se puede eliminar. Entonces, en lugar de intentar eliminarlo, ¿por qué no abrazarlo? Para eso está diseñada esta cartera. La Cartera Permanente puede capear una amplia gama de condiciones económicas, desde inflación y deflación hasta recesión, y revela cómo puede ayudar a los inversores a proteger y hacer crecer su dinero.
La idea de su cartera es la siguiente:
- 25% acciones
- 25% materias primas
- 50% renta fija de corta y larga duración
Según este planteamiento, y tras el estudio histórico de estos activos y las simulaciones que Harry Browne hizo, concluyó que este portfolio podría generar una rentabilidad media del 4,5% – 5% por encima de la inflación de forma atemporal, es decir, con independencia del entorno o ciclo económico que con el que nos encontráramos.
Cómo replicar la Cartera Permanente de Harry Browne
La mejor manera de replicarla, es mediante el uso de ETF, que no son sino fondos de inversión cotizados.
La distribución sería la siguiente:
*fuente: lazyportfolioetf.com
Esta cartera ha generado una rentabilidad a 10 años del 6,38% anual medio. Desde el año 1978, la rentabilidad media asciende al 8,41% anualizado.
*fuente: lazyportfolioetf.com
Como véis la idea es bastante simple, a la par que robusta. Las ventajas de esta cartera son:
- Seguridad: Debería protegerte ante cualquier futuro económico por adverso que pueda ser, ya sea inflación, recesión o depresión.
- Rentabilidad: Debería crecer durante los tiempos de prosperidad, pero también ante las adversidades.
- Estabilidad: Sea cual sea el clima económico la rentabilidad tendría que ser estable, incluso en las peores circunstancias las pérdidas deberían ser muy moderadas para evitar entrar en pánico y deshacer la cartera.
- Simplicidad: La estrategia de inversión tendría que ser fácil de seguir y mantener por cualquier inversor sin grandes conocimientos de economía o finanzas.
Las ventajas son numerosas, especialmente para inversores que tengan por objetivo superar la inflación y obtener un retorno extra moderado a bajo riesgo.