Autor: Alex Araujo, gestor en M&G
Por favor, consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión
que aparezcan en este artículo.
El cambio climático es el mayor desafío al que se enfrenta el mundo hoy en día.
Con las autoridades y legisladores buscando maneras de abordar el
calentamiento global, creo que el sector de la infraestructura jugará
seguramente un papel crucial a este respecto.
Una parte esencial de nuestra vida cotidiana
Cada día dependemos de la infraestructura sin ser conscientes de ello. Muchas
de nuestras rutinas diarias, desde prepararnos un café hasta enviar un mensaje
de correo electrónico, se apoyan en una red de infraestructuras físicas cuyos
servicios permiten que el mundo moderno funcione de forma fluida.
Creo que las compañías que poseen y controlan estos activos físicos esenciales
representan una fuente atractiva de oportunidades de inversión. Dado el importante papel que juega la infraestructura en el tejido de la sociedad moderna y la larga vida de estos activos, pienso que son capaces de generar flujos de caja estables y crecientes para los inversores a lo largo de muchos
años.
El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual
provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible
que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Buscamos oportunidades más allá del ámbito de la infraestructura «tradicional»
del suministro público y el transporte, diversificando hacia áreas como la
sanidad, la educación, la infraestructura de comunicaciones y las redes
transaccionales.
Riesgos y oportunidades ESG en infraestructura
Las consideraciones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG)
son cada vez más importantes para los inversores. La más relevante para el
sector de infraestructura quizá sea el cambio climático, dado que áreas como la
generación de energía y el transporte contribuyen de forma significativa a las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Si bien acepto que los activos de infraestructura conllevan riesgos
medioambientales, pienso que las utilities también pueden ser una parte integral
de la solución facilitando la llamada «transición energética», la sustitución de los
combustibles fósiles por formas más limpias de generación de electricidad.
Ante la creciente concentración de los legisladores y de los inversores en
abordar el reto de la crisis climática, vemos varias áreas excitantes donde las compañías de infraestructura pueden ayudar al mundo a reducir sus emisiones
de carbono.
Las firmas de infraestructura y la ruta hacia la neutralidad en carbono
El despliegue de fuentes de energía renovable representa la oportunidad más
obvia e inmediata en la senda hacia la neutralidad en carbono. En mi opinión, la
oportunidad de crecimiento en esta área es inmensa y de ámbito global. Se ve
impulsada por la tecnología, incluyendo cada vez más la eólica marina y otras fuentes de energía limpia.
Aunque las renovables son la oportunidad más evidente en lo que se refiere a la
descarbonización, no son el único elemento de la transición. Hemos identificado
oportunidades en compañías que están descarbonizando su propia combinación
eléctrica, convirtiendo, sustituyendo y desmantelando fuentes de electricidad
más intensivas en carbono.
Es importante comprender que la transición energética es exactamente eso: un
trayecto. En muchos lugares del mundo, especialmente en el universo
emergente, las renovables no pueden sustituir la totalidad de la generación
intensiva en carbono. En tales situaciones, creemos que existen oportunidades
significativas en combustibles de transición (sobre todo el gas natural) para
sustituir la producción de energía térmica de carbón, por ejemplo, con un
combustible fósil más limpio. En última instancia, el objetivo es abandonar
completamente estos procesos existentes contaminantes, pero hasta entonces
es crucial contar con este paso intermedio para mantener a la sociedad y la
economía en funcionamiento.
De cara al futuro, creemos que el hidrógeno verde (generado mediante energía
renovable) es uno de los combustibles que nos ayudará a avanzar hacia la
neutralidad en carbono y la descarbonización de la generación eléctrica. Aunque
la tecnología todavía está en ciernes y aún no es escalable de forma económica,
representa una solución climática prometedora. Ya hay empresas invirtiendo en
la producción de hidrógeno que están investigando su uso en el flujo de gas
natural. Sin duda alguna, se trata del combustible más limpio que hayamos
descubierto en este planeta.
Dada la necesidad apremiante de hacer realidad un futuro sin emisiones de
carbono, creo que el sector de la infraestructura tiene un papel importante que
desempeñar para lograr este objetivo a través de la transición energética. Con
su potencial de aportar resultados positivos para la sociedad y rentabilidades
atractivas, creo que la inversión en infraestructura puede ser una perspectiva
tanto enriquecedora como rentable a largo plazo. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente.
No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como
una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.
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