Tenemos una caja opaca con un gato en su interior, una botella de gas venesoso y un dispositivo con unas probabilidades del 50% de hacer estallar el gas venenoso y matar al gato.
La cuestión es que mientras no abramos la caja el gato estará vivo y muerto a la vez, lo que en física cuántica se llama “superposición de los estados posibles”.
Esto no debería sorprender a nadie pues estoy describiendo sucintamente la paradoja del gato de Schrodinger, la más famosa de todas las paradojas científicas conocidas.
Como bien sabemos, una paradoja es un hecho que parece contrario a la lógica, un contrasentido, algo que desafía nuestra razón y que nos obliga a pensar en otro nivel.
Y no solo la ciencia propone paradojas y nos enfrenta a problemas complejos. El pensamiento Zen, dispuesto a romper la lógica y llevarnos a otro nivel de racionalidad, ha utilizado la paradoja como método de trabajo, formulando sus famosos Koan.
Si tienen un bastón les daré uno. si no tienen ninguno se lo quitaré
Los mercados, lo queramos o no, son siempre complejos y, mas veces de las que deseamos, paradójicos e ilógicos. Como el gato de Schrodinger están vivos y muertos a la vez, bajistas y alcistas a la vez, racionales e irracionales a la vez, hasta que levantamos la tapa cada día y vemos lo que hay.
Los grandes inversores han entendido este hecho desde siempre y, aunque Graham postuló que la lógica suele imponerse a largo plazo, a corto plazo, el día en que vivimos, las cosas se complican.
Lógica y realidad no siempre van de la mano
Veamos un ejemplo de cómo nuestras decisiones, en un principio guiadas por la lógica, pueden acabar siendo totalmente erróneas a corto mientras que hubiéramos tenido más éxito haciendo las cosas fuera de toda norma racional.
Planteamos y testamos dos estrategias parecidas en Europa.
La primera con todas las características que los estudios nos dicen que funcionan.
En ella buscamos:
-Pequeñas y medianas empresas, con capitalización por encima de 100m (aprovechamos así el llamado efecto de las pequeñas y medianas empresas que ha quedado demostrado en multitud de papers de investigación)
-Las buscamos poco endeudadas, como es lógico (menos de 2 veces deuda/ebitda)
-Descartamos el sector financiero y de utilities. Sabemos que estos sectores no se rigen por las normas del libre mercado y además nuestros los estudios demuestran que su comportamiento es peor que el de otros sectores
-Buscamos que en los últimos 5 años su ebitda haya crecido por lo menos un 20% de media anual (empresa con alto crecimiento, en principio beneficio asegurado)
-Las ordenamos por aquellas que tienen mayores retornos medios sobre capitales empleados, lo que nos permite comprar aquellas cuyos negocios son mas rentables, ganan mas dinero por cada euro invertido en ellos.
-Y escogemos las más baratas en términos de Ev/Ebit, ( hay que estudiar a Joel Greenblatt para entender la fuerza de este ratio para valorar empresas)
Esto es lo que obtenemos en nuestro backtest entre los años 2007 y 2016, creando carteras con las 20 primeras acciones de la lista y haciendo rotaciones anuales.
Como vemos nos encontramos ante una estrategia tremendamente rentable, un 25,54% de rentabilidad media anual.
Decidimos aplicarla en el mercado. La cosa pinta bien. Y vamos a nuestro screener para buscar aquellas empresas que cumplen estos criterios. concretamente estas:
¿Qué hemos obtenido este año hasta ahora con esta estrategia superrentable a largo?
Solo 3 acciones de esta lista de 10 han subido en el año Gaumont, Micron y Sofina y la rentabilidad de un porfolio equiponderado con las 10 primeras posiciones es de un -6,25% en 2018.
Es decir nuestra estrategia nos da pérdidas
Nos acercamos a nuestra segunda estrategia.
En principio este cumple algunos criterios interesantes pero no esta tan elaborado como en el caso anterior.
-Compramos empresas por encima de 10.000 m (y dejamos de lado el efecto de las pequeñas y medianas empresas)
-Buscamos empresas sin deuda como antes (menos de 2 veces deuda/ebitda)
-Descartamos financieras y utlilities tal y como hicimos antes.
-Y simplemente las ordenamos por aquellas que tiene mayores retornos medios sobre el capital empleado, ( olvidándonos de las ideas de Greenblatt y trabajando más al estilo Bill Miller, que asegura buscar por encima de todo retornos y no tanto precio.)
-No vamos a tener en cuenta el precio. aunque buscamos Ev/Ebit por encima de 1 para no encontrarnos con empresas en pérdidas.
-Por supuesto nos olvidamos también del crecimiento, con lo que podremos encontrar empresas que crecen y que no lo hacen.
Nuevamente nuestro backtest construye porfolios de 20 acciones, equiponderados y con rotación anual, testando la estrategia entre los años 2007 y 2016
Con esta estrategia habríamos obtenido un 11,11% de rentabilidad media anual, nada que ver con la estrategia anterior.
Teóricamente no sería la estrategia que deberíamos aplicar en el mercado pues presumiblemente nuestro resultado será peor.
Sin embargo vamos de nuevo a nuestro screener y vemos que empresas cumplen hoy estos criterios. Y son estas:
¿Qué ha pasado con un porfolio creado con estas 10 acciones en 2018?
Solo una de ellas ha caído en el mercado, Starbucks, un 9,9% mientras el porfolio ha obtenido una rentabilidad de un +23,83%
La estrategia en un principio menos rentable no solo ha batido a la otra sino que lo ha hecho por mucho, batiendo a todos los mercados hasta la fecha y obteniendo una rentabilidad espectacular.
Conclusiones.
Los mercados no son nunca lo que parecen. En un sistema complejo como este es muy difícil, si no imposible, hacer previsiones a corto plazo de lo que sucederá. No rige la lógica, el proceso de cambio es constante y debemos pensar en diversos niveles al mismo tiempo para tener capacidad de adaptación.
Es por esto que mucha mucha gente se acerca a la bolsa con ansias de demostrar sus capacidades para hacer fortuna, pero son realmente pocos los que destacan y son capaces de obtener rentabilidades consistentes durante largos períodos de tiempo.
No es una cuestión de inteligencia o coeficiente intelectual, no es una cuestión de matemáticas aplicadas, las cosas son un poco más complicadas.
Joel Greenblatt, frente a este problema, propone su solución.
Un inversor particular que ha encontrado y testado una estrategia que sabe que funciona en el mercado, debe ser absolutamente disciplinado. Podrá enfrentar algunos meses o incluso algún año en el que las cosas no funcionarán como deberían, pero al final todo irá a su sitio y la rentabilidad llegará.
Estoy de acuerdo. Sin la disciplina necesaria para enfrentar los malos momentos sin perder la cabeza acabaremos sumidos en el caos. Y eso será la muerte para nuestra capacidad de generar rentabilidades
Sin embargo hay que tener cuidado acerca de nuestras elecciones. disciplina si pero ¿en qué dirección?
En mi opinión si queremos resultados sobresalientes debemos caminar un paso mas y abrazar la paradoja.
Manejar mas de una estrategia cada vez y abrir la puerta en nuestros porfolios a la contradicción, combinando cosas con sentido y cosas que no lo tengan tanto.
Desarrollar la sensatez, la disciplina y el método más aplastante, pero combinarlos con la ligereza, la adaptabilidad y la capacidad creativa de un niño.
En esto, en mi opinión, descansa el arte de invertir.