Algunas oportunidades o productos de inversión exigen gestionar grandes riesgos con la opción de grandes rentabilidades futuras. Sin embargo, la inversión en renta fija conlleva unas expectativas bastante claras sobre el dinero que ganaremos, las fechas en las que recibiremos esas ganancias y la seguridad de nuestra inversión inicial. En este artículo profundizamos sobre la definición y qué es la renta fija así como su diferentes tipos.
Hablamos generalmente de renta fija sobre aquellos tipos de activos de inversión que pagan al inversor un interés fijo hasta su fecha de vencimiento. Al vencimiento, los inversores reciben el reembolso del importe principal que habían invertido. Este tipo de activos financieros suelen estar asociados con la estabilidad, haciéndolos muy atractivos para aquellos inversores que necesitan un flujo de ingresos constantes, asumiendo un riesgo bajo y poca volatilidad.
Definición de renta fija
La inversión en renta fija se centra en proporcionar un flujo de ingresos constante, es decir, una renta fija. Este es el atractivo de la renta fija, una inversión que proporciona rendimientos en forma de intereses fijos regulares y la devolución del capital principal en una fecha predeterminada. A diferencia de la renta variable, la rentabilidad de la renta fija está garantizada de antemano en función de los parámetros del activo en cuestión.
Supongamos que decidimos invertir 10.000 euros en una inversión de renta fija. Compararemos los tipos de interés de una serie de productos diferentes, el plazo en el que nos pagarán los intereses y sus fechas de vencimiento para poder recuperar el capital. En función de nuestras necesidades podremos decidir su recuperar esos 10.000 euros en un año, en tres o en diez. Y durante ese tiempo la frecuencia de pagos que queremos y el riesgo que queremos asumir.
Una vez que hayamos concretado nuestras necesidades, invertiremos y podremos utilizar esos pagos regulares de intereses para cubrir nuestros gastos.
Tipos de renta fija
Al aprender a invertir, lo primero que se conoce es que los bonos son los tipos más comunes de valores de renta fija. Mediante la emisión de estos bonos las empresas y gobiernos obtienen capital para financiarse. El valor del bono depende del cupón que paga y del capital que devuelve al final de la vida del bono. La negociación de bonos se da en los principales mercados financieros y suele requerir un nominal mínimo de 1.000 euros.
Aunque hay varios tipos de activos de renta fija, a continuación vamos a ver los principales:
- Letras, Bonos y Obligaciones del Estado: con vencimientos desde 3 meses a 3, 5, 10, 15, 30 y 50 años, son los principales activos de renta fija mundial. Los bonos del estado sirven a los gobiernos para financiar mejoras de infraestructura, hacer frente a gastos públicos y otras inversiones. Son consideradas inversiones muy seguras ya que el riesgo de impago es muy bajo. Además, en los vencimientos a más corto plazo, como en las letras, el riesgo de los tipos de interés se minimiza, haciendo de estas inversiones el activo “libre de riesgo” por excelencia.
- Bonos autonómicos y municipales: Los gobiernos de ciudades y autonomías, también emiten algunos bonos. Este mercado, muy desarrollado en EEUU está aún incipiente en nuestro país. Son inversiones seguras, pero existen algunos riesgos de impago.
- Bonos corporativos: A medida que las empresas trabajan para crecer, necesitan financiación, y los bonos corporativos pueden ser una buena forma de financiarse. Desde el punto de vista del inversor, estos bonos suelen ofrecer mayores tipos de interés que los bonos públicos, sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas empresas son mucho más solventes que otras. Cualquier problema en la empresa puede convertir el bono en un instrumento menos rentable de lo previsto.
- Depósitos bancarios: Los depósito están disponibles en bancos y cooperativas de crédito, y son estas instituciones financieras las que pagan un interés por disponer del capital durante un periodo más largo del habitual. En lugar de tener fácil acceso a nuestro dinero en una cuenta corriente, un depósito suele exigir pagar una penalización si queremos retirar nuestro capital antes del vencimiento.
Beneficios de la renta fija
La renta fija ofrece una serie de beneficios a los inversores, los más importantes son:
- Menor riesgo que en otras alternativas de inversión
- Preservación del capital inicial
- Generación de ingresos estables y recurrentes