Tendencias de la inversión en 2021
¿Debemos repensar los modelos que hasta ahora nos invitaron a pensar que todo siempre sería igual? Si, nos toca hacer un ejercicio de cambio y aceptación sobre las tendencias de inversión.
En el entorno actual de escasez de rendimiento, pensamos que es importante que los inversores encuentren nuevas oportunidades de inversión para sus carteras. Los inversores orientados al crecimiento con horizontes temporales a largo plazo a menudo tienen dificultades para equilibrar el crecimiento y la volatilidad.
Sin embargo, cuando se enfrentan a la incertidumbre económica, geopolítica y tecnológica, a menudo adoptan estrategias creativas después de la transición a través de períodos de escepticismo, investigación y aceptación. Si bien las estrategias de inversión “no tradicionales” pueden parecer exigir una “alta convicción” a primera vista, pueden evolucionar hacia fuentes viables e importantes de retorno.
A medida que las tecnologías se lanzan a tendencias de crecimiento acelerado, interrumpiendo el orden mundial tradicional, las estrategias de innovación deberían estar en las carteras de los inversores. Cuando se agregan a las carteras tradicionales de renta variable global, las asignaciones temáticas centradas en la transformación tecnológica tienen el potencial de superar a los índices de mercado amplios sobre una base absoluta y ajustada al riesgo a largo plazo.
El mundo ha cambiado tras la COVID-19
El mundo está cambiando y la COVID-19 no es sino un acelerador para la innovación disruptiva, un acelerador pero no un catalizador. La innovación en el área tecnológica lleva una tendencia imparable que ya lo era antes de la COVID-19, si bien el desastre económico que se avecina hace que los países tengan que reinventarse habiendo perdido gran parte de los contribuyentes al PIB tras bancarrotas masivas, turismo destrozado y otros sectores básicos en declive.
En este escenario, las empresa de áreas como la conducción autónoma, el streaming, la inteligencia artificial, la genética, robótica, etcétera… se alzan como las grandes ganadoras.
Construcción de carteras
Creemos que la innovación debe considerarse como una asignación estratégica, si no una clase de sub-activo, en las carteras globales, al igual que los mercados emergentes han evolucionado durante los últimos 40 años. En nuestro mundo en constante cambio, a medida que las industrias están desintermediadas o desplazadas, y la vida útil de las empresas se acorta, los inversores deben capitalizar sobre fuentes alternativas de crecimiento al repensar la asignación tradicional de activos. Específicamente, creemos que los inversores deberían preguntarse si han incorporado suficientemente la innovación disruptiva en la construcción de su cartera.
La cartera 1 no incluye exposición a la innovación y pondera las acciones de EEUU, las acciones internacionales desarrolladas y las acciones de mercados emergentes 60%, 30% y 10% respectivamente. Las tres carteras restantes incluyen una asignación adicional a la innovación en incrementos del 5% a partir del 10%, mientras se mantienen los pesos 60/30/10 en el saldo de las carteras. La aportación a la innovación en el estudio se hace vía el ARK Innovation ETF (ticker: ARKK).
Como se ilustra arriba, una asignación de capital a la innovación puede producir retornos positivos absolutos y ajustados al riesgo. Desde una perspectiva de rendimiento absoluto, durante los cinco años terminados el 31 de diciembre de 2019, las asignaciones de innovación del 10%, 15% y 20%, respectivamente, arrojaron mayores rendimientos anualizados en relación con la cartera de acciones global tradicional. No solo generaron 2.1%, 3.2% y 4.3% de alfa, respectivamente, sino que las asignaciones a la innovación aumentaron la volatilidad sólo moderadamente según lo medido por la desviación estándar, y desde una perspectiva de retorno ajustada al riesgo, también produjeron mayores tasas de Sharpe, es decir, mejor ratio rentabilidad ajustada al riesgo; y de información.
Parece por tanto lógico que la asignación de recursos a la innovación como parte o sub-categoría de activos en tu portfolio no aporta sino una mejora en el conjunto tanto en la rentabilidad cíclica como en el nivel de riesgo a cambio de un moderado incremento de la volatilidad.
Estrategias y Value
Por otro lado, académicamente, las estrategias de crecimiento han batido al Value durante la última década y están mejor preparadas para el escenario viniente. A diferencia del Value, que se basa en empresas que cotizan “baratas” según sus múltiplos de valoración; las empresas que sean capaces de generar valor futuro a bajos costes de capital podrían seguir siendo las ganadoras, y entre ellas las de temáticas de innovación disruptiva irían a la cabeza.
El value, centrado en negocios tradicionales que cotizan con descuento, baratas como decíamos antes, podrían seguir baratas por mucho más tiempo del que tú como inversor soportes, especialmente en términos relativos respecto a otros factores; y en particular las empresas de crecimiento (growth), que no deja de ser Value ojo, solo que el descuento se mide respecto de la capacidad de generar valor futuro, tienden a encajar en el lado innovador y tecnológico de los negocios.
Ya no vale decir, “Apple o Amazon están caras, no es Value”, sino que habría que decir “el Value está en empresas como Apple o Amazon que pueden crear valor a futuro a un ritmo de crecimiento mucho mayor que el coste de capital al que invierten”. Un pequeño cambio de concepto mucho más adaptado al momento al que nos enfrentamos.
Sectores como el Blockchain con empresas como Square, vehículos autónomos con Aptiv, secuencia genética con Illumina, robótica adaptativa con Teradyne o Cloud computing con Nutanix son algunos ejemplos.
Espero que os haya gustado el artículo y que arroje algo de luz en estos momentos en los que muchos pintan el panorama muy oscuro (con razón).
Artículo basado en el white paper:
Why Innovation Deserves A Strategic Allocation In Investor Portfolios
Published: May 27, 2020
Author: Renato Leggi, CFA, CAIA, Client Portfolio Manager, ARK Invest