A pesar del rebote intermensual (que fue pequeño), el sentimiento general se mantiene en su nivel más bajo desde 2011. Todas las intenciones de compra cayeron en noviembre a mínimos históricos y, finalmente, y quizás lo más importante, las expectativas de los estadounidenses sobre la trayectoria futura de la inflación se mantienen en su nivel más alto desde 2008. Gráficos:


