El dólar tras el último numerito de ayer de Powell, nuevo gobernador de la FED gracias al dedazo de Biden, parece tener todas las de ganar. Porque si por fin la FED reconoce que la inflación no es transitoria, algo que muchos tenían claro, tendrá que ir a mayor ritmo en el tapering y/o subir tipos antes. Todo esta favorece al dólar.
De hecho esta mañana Nomura decía que en semanas como mucho esperaba al euro en 1,10, bastante más abajo del nivel actual por tanto.
Pero el dólar index tiene un factor en contra. La estacionalidad.
Ante todo aclaremos que el dólar index no es más que una cesta del dólar contra las divisas más importantes del mundo. Aquí lo tienen aclarado en una cita de Wikipedia:
- EUR (euro): Ponderación del 57,6%
- JPY (yen japonés): 13,6% de ponderación
- GBP (libra esterlina británica): ponderación del 11,9%
- CAD (dólar canadiense): ponderación del 9,1%
- SEK (corona sueca): 4.2% de ponderación
- CHF (franco suizo): 3,6% de ponderación
Fuente: Wikipedia
Como se puede ver realmente quien parte el bacalao en la cesta es el euro. con nada menos que el 57,6% de ponderación.
La casa alemana de cálculos estacionales Seasonax, una de las mejores del mundo, ha emitido hoy una interesante nota sobre la estacionalidad negativa del dólar en estas fechas. Una estacionalidad motivada con total claridad por motivos fiscales.


Como ven la pauta es clarísima. Y el hecho de que se debe a cuestiones fiscales se demuestra si vemos en el gráfico, como exactamente el primer día de enero se revierte la pauta.
El efecto fiscal que causa la pauta lo explica la propia Seasonax en el siguiente texto:
La debilidad del dólar estadounidense a finales de año se debe a la legislación fiscal estadounidense. Muchas empresas con sede en los EE. UU. Ahorran en sus obligaciones tributarias al informar pequeñas cantidades de efectivo en la fecha del balance general al final del año. Puede valer la pena transferir dinero a las cuentas de las subsidiarias en el extranjero.
La demanda adicional resultante de monedas extranjeras afecta el tipo de cambio. Esta es la razón por la que el dólar estadounidense suele bajar al final del año.
Después del cambio de año, la marea cambia de inmediato. Las empresas transfieren cantidades considerables a los EE. UU.
Desde el 2000 en 17 años bajó en este período y solo en 6 subió, así que no nos confiemos demasiado con el dólar. Y al revés, a partir del 1 de enero cuidado que el dólar puede embestir como un toro.
José Luis Cárpatos