“Los primeros indicadores de encuestas para septiembre apuntan a una economía que sigue creciendo a un ritmo sólido, aunque con un debilitado sector manufacturero y una incertidumbre política cada vez mayor que actúan como obstáculos sustanciales. Al mismo tiempo, se señala una re-aceleración de la inflación, lo que sugiere que la Fed no puede desviar totalmente su enfoque de su objetivo de inflación mientras busca mantener el repunte económico.
“La expansión sostenida y robusta de la producción señalada por el PMI en septiembre es consistente con una tasa anualizada saludable de crecimiento del PIB del 2.2% en el tercer trimestre. Pero hay algunas señales de advertencia, especialmente en términos de la dependencia del sector servicios para el crecimiento, dado que la manufactura sigue en declive, y la preocupante caída en la confianza empresarial.
“La incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales está frenando el sentimiento empresarial, la demanda, las contrataciones y la inversión, lo que proyecta una sombra sobre las perspectivas para el próximo año en muchas empresas.
“Por otro lado, los indicadores de precios de la encuesta advierten que, a pesar de que el PMI indica una mayor deterioración en la tendencia de contratación en septiembre, el FOMC puede necesitar actuar con cautela en la implementación de nuevos recortes de tasas. Los precios cobrados por bienes y servicios están aumentando a los ritmos más rápidos en seis meses, con los costos de insumos en el sector de servicios —en gran parte compuesto por salarios y sueldos— subiendo al ritmo más rápido en un año.”