Los teléfonos inteligentes, la ropa y los muebles tendrán que ser más duraderos y fáciles de reparar y reciclar según las nuevas normas de sostenibilidad propuestas por la Unión Europea.
El consumo excesivo de artículos de uso cotidiano y de los recursos necesarios para fabricarlos está aumentando la presión sobre el medio ambiente y la generación de residuos, que se prevé que aumente un 70% en todo el mundo de aquí a 2050.
La Comisión Europea respondió el miércoles con propuestas para exigir que los productos vendidos en la UE cumplan las normas de circularidad, es decir, que sean duraderos, puedan reutilizarse, repararse y reciclarse, y contengan materiales reciclados.
“De este modo, nos protegemos a nosotros mismos y a nuestro planeta. Aumentamos la resistencia de nuestras cadenas de suministro y ahorramos dinero”, dijo el jefe de la política medioambiental de la UE, Virginijus Sinkevicius.
Estas normas se aplican actualmente a la eficiencia energética de los electrodomésticos, con una etiqueta que va de la A a la G para ayudar a los consumidores a elegir productos que consuman menos energía. Según la Comisión, esto ayudaría a ahorrar unos 120.000 millones de euros en la factura de la luz en 2021, lo que contribuiría a proteger a los europeos de la subida de los precios de la electricidad.
Los productos de alto impacto, como los textiles, los muebles, los neumáticos, las pinturas y el acero, podrían ser los primeros en recibir normas específicas para cada producto, que la UE desarrollará a partir de ahora.
PASAPORTES
Es probable que los planes se enfrenten a las presiones de las industrias que fabrican productos con una vida útil corta, mientras que los defensores de la campaña dijeron que el impacto dependería de los requisitos específicos de cada producto.
“El documento deja la mayoría de los detalles clave a los actos delegados en los que (la Comisión) trabajará en los próximos años”, dijo Joan Marc Simon, director ejecutivo de Zero Waste Europe, añadiendo que la propuesta también tenía “un gran impacto potencial”.
Los productos también se etiquetarían con un “pasaporte” de información para los consumidores sobre su sostenibilidad.
Con sólo el 10% de los 63 millones de toneladas de plásticos producidos en la UE en 2019 reciclados, la Comisión dijo que la reutilización de más productos y materiales también reduciría la dependencia del bloque de los recursos importados, incluidos los combustibles fósiles, una preocupación agudizada por la invasión rusa de Ucrania.
Y con un camión de productos textiles que va a parar al vertedero o a la incineración cada segundo, la Comisión también apunta a la moda rápida, afirmando que una revisión de las normas sobre residuos de la UE el año que viene debería responsabilizar a los productores de lo que ocurre con los productos textiles cuando llegan al final de su vida útil.
Reuters. Traduce Serenity Markets.