Amazon publicó sus resultados del segundo trimestre con cifras que, en primera instancia, parecían sólidas: ingresos y beneficios por encima de lo esperado, márgenes mejorando y un crecimiento generalizado en casi todas sus líneas de negocio. Pero tras el entusiasmo inicial, el mercado reaccionó con una caída del -7% en el after hours.
¿Por qué? Porque lo que parecía ser un trimestre excelente, no lo es tanto cuando se mira en detalle.
Los titulares: buenos números
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Ingresos: $167.700 millones, +13% interanual. Por encima de los $162.150M esperados y del rango superior de su propia guía ($159-164B).
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BPA (beneficio por acción): $1,68 frente a $1,33 estimado.
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Margen operativo: 11,4%, frente al 10,4% esperado y superior al 9,9% de hace un año.
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Ingresos por tiendas online: $61.490M (+11% YoY), también batiendo expectativas.
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Tienda física: $5.600M (+7,5% YoY).
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Servicios a terceros (3P): $40.350M (+11% YoY).
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Subscripciones (Prime, etc.): $12.210M, mejor de lo esperado.
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Ingresos por publicidad: $15.700M, creciendo un 23% y batiendo ampliamente previsiones.
Geográficamente, también bien:
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Norteamérica: $100.070M (+11%).
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Internacional: $36.760M (+16%).
En resumen: todas las líneas de ingresos superan estimaciones. Y eso es meritorio.
AWS: el foco del mercado… y el problema
Lo que más pesa en la valoración de Amazon —y en la narrativa de largo plazo— es su unidad de cloud, Amazon Web Services (AWS). En este frente, los resultados fueron mixtos:
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Ingresos AWS: $30.870M (+17% YoY), superando por poco la previsión de $30.770M.
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Pero el problema no es el número en sí, sino la dinámica: el crecimiento fue exactamente el mismo que en el primer trimestre. No hay aceleración. En un contexto de boom por la inteligencia artificial, esto debería preocupar.
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Aún más grave: el margen operativo de AWS cayó a 32,9%, desde 39,5% en el primer trimestre. Es la cifra más baja desde 2023 y la primera caída interanual en mucho tiempo.
Esto es especialmente preocupante porque AWS es el motor de beneficios de Amazon. Mientras el resto del negocio opera con márgenes ajustados, AWS históricamente ha compensado.
La compañía ha anunciado inversiones masivas en centros de datos y desarrollo de IA (hasta $100.000M en capex este año), pero de momento los retornos no aparecen. ¿Cuándo llegará ese efecto palanca? De momento, no se ve.
Guía floja para el tercer trimestre
Otro punto que decepcionó fue la previsión para el trimestre en curso:
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Ingresos esperados: entre $174.000M y $179.500M. Está bien, es ligeramente superior al consenso ($173.200M).
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EBIT esperado: entre $15.500M y $20.500M. Aquí está el problema: el punto medio ($18.000M) está por debajo del consenso de $19.420M.
Y esto, en un entorno donde Amazon ya cotiza a 37 veces beneficios esperados para 2025 (el múltiplo más alto entre los gigantes tecnológicos), no es suficiente. Cuando se paga esa prima, se exige crecimiento, expansión y visión. Este trimestre no hubo ninguna de las tres.
Otros puntos críticos
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El Free Cash Flow cayó un 66% interanual, afectado por el aumento de capex. La cifra en trailing twelve months ya alcanza los $103.000M.
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Los márgenes de e-commerce en Norteamérica e internacional sí mejoraron, algo destacable después de años de presión.
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La mezcla de unidades vendidas por terceros subió al 62%, pero sin mejora frente al trimestre anterior. Y el coste de fulfillment sigue aumentando (subió 10% interanual).
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Amazon sigue mencionando los riesgos por aranceles y políticas comerciales, aunque asegura que, de momento, no se están trasladando a precios.
¿Y la narrativa de IA?
Una gran ausente. Mientras Microsoft, Meta o Google ya están integrando IA generativa en productos, modelos de negocio y monetización, Amazon no está logrando capitalizar esa ola con claridad. Jassy asegura que están bien posicionados, pero el mercado ya no compra promesas: quiere ejecución.
Conclusión
Amazon ha entregado un trimestre bueno en la superficie, pero con debilidades claras en las áreas más críticas: AWS pierde márgenes, no acelera en ingresos, el capex se dispara sin retorno inmediato y la guía no entusiasma.
Para una compañía que cotiza con la prima más alta entre sus pares tecnológicos, no es suficiente.
Puede que Amazon siga siendo una máquina operativa, pero el mercado espera más. Especialmente cuando apuestas a largo plazo como la IA aún no muestran resultados tangibles.




