La lira turca ha perdido casi una cuarta parte de su valor este año, ya que el aumento de la inflación y la reticencia del banco central a subir los tipos de interés avivan el temor a otra crisis monetaria.
Turquía, que no es ajena a los auges y desplomes ni a las bruscas oscilaciones de su moneda, está considerada desde hace tiempo como uno de los mercados emergentes más arriesgados, con grandes déficits por cuenta corriente y que depende de la financiación externa para impulsar políticas poco ortodoxas a favor del crecimiento.
A continuación se exponen algunos de los puntos álgidos de la lira en las últimas décadas:
2000/2001 – CRISIS BANCARIA Y MONETARIA
La preocupación por la salud de un sector bancario frágil se intensifica a finales de 2000, lo que lleva a los bancos a cerrar las líneas interbancarias a los prestamistas vulnerables y a los inversores a deshacerse de las acciones y los bonos del Estado.
El colapso del Banco Demir acelera la fuga de capitales, y el banco central detiene las líneas de crédito de emergencia a los prestamistas para preservar sus activos nacionales.
Turquía recibe 10.500 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, lo que permite al banco central defender la vinculación de la lira al dólar, pero no antes de que la moneda se desplome un 25% en menos de tres semanas.
Una crisis política socava aún más la confianza en el sistema, provocando un ataque a la lira. El gobierno deja flotar la lira el 22 de febrero: se hunde alrededor de un tercio frente al dólar.
2013/2014 – RABIETA DEL TAPER, ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN
Turquía se encuentra entre los mercados emergentes afectados después de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, anuncie en mayo de 2013 que el banco central estadounidense reducirá sus compras de activos.
Los problemas internos se suman a la presión, con un escándalo de corrupción que obliga a la dimisión de ministros clave y a una remodelación del gabinete.
Los responsables políticos se muestran reacios a actuar para frenar la caída de la lira mientras el presidente Tayyip Erdogan, en vísperas de las elecciones locales, pide que se mantengan bajos los tipos de interés. La caída de la moneda obliga al banco central a actuar en enero de 2014: sube los tipos al 12% desde el 7,75% en una reunión nocturna de emergencia.
2018 – SANCIONES DE WASHINGTON, ERDOGAN REDOBLA LA APUESTA
Turquía experimenta cambios políticos sísmicos con un intento de golpe de Estado en julio de 2016 y un referéndum constitucional en 2017 que impulsa el cambio de un sistema parlamentario a uno presidencial.
En mayo de 2018, Erdogan promete un control más estricto de la política monetaria y una bajada de tipos, lo que contribuye a la preocupación por la fragilidad económica.
Washington impone sanciones económicas después de que Turquía detenga al pastor estadounidense Andrew Brunson por cargos de terrorismo, lo que hace tambalearse a la moneda, con una caída de la lira del 25% solo en agosto.
El colapso desencadena una crisis económica que provoca una serie de rebajas en la calificación de la deuda soberana y hace que los mercados emergentes se vean afectados.
2021/2022 – INFLACIÓN GALOPANTE
El banco central reduce los tipos de interés en 500 puntos básicos entre septiembre y diciembre de 2021, mientras la inflación se dispara hasta el 36% a finales de año debido a los problemas de la cadena de suministro y al aumento de la demanda con la reapertura tras la COVID-19.
La lira se desploma casi un 30% en noviembre, lo que lleva a los responsables políticos a tomar medidas para persuadir a los ahorradores, los bancos y las empresas de que mantengan la lira en lugar de la moneda extranjera mientras el banco central interviene para estabilizar la lira.
Tras unas semanas de relativa calma a principios de 2022, la crisis de la lira vuelve con la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, que se suma a la subida de los precios en todo el mundo. La inflación de Turquía supera el 70% y se espera que se acelere. La geopolítica añade presión, ya que Ankara se opone a la entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia, y se avecina una ofensiva fronteriza en Siria.
Con unas reservas netas de divisas muy negativas, unos tipos de interés del 14% y la promesa de Erdogan de mantener los tipos bajos, los analistas temen que el país se enfrente a otra crisis monetaria.
Reuters. Traduce Serenity Markets.