Es un panorama nuevamente contrastante para la economía general de la Eurozona, ya que el sector de servicios muestra expansión una vez más, mientras que la manufactura continúa en contracción. En este último caso, la lectura principal no varió respecto a noviembre, pero el índice de producción alcanzó su nivel más bajo en un año. En conjunto, la economía del área del euro se contrajo ligeramente, en gran parte debido al débil desempeño tanto de Francia como de Alemania. Francia enfrenta condiciones de demanda debilitadas que están empezando a afectar el empleo, con la mayor caída en cuatro años. En cuanto a Alemania, las preocupaciones por la estanflación se están profundizando. HCOB señala que:
“El cierre del año es algo más conciliador de lo que se esperaba en general. La actividad del sector servicios volvió a territorio de crecimiento y muestra un ritmo de expansión notable, aunque no exuberante, similar al observado en septiembre y octubre. Aunque la manufactura sigue profundamente en recesión, el repunte en la producción de servicios es un impulso bienvenido para la economía en general.
“En su reunión del 12 de diciembre, el BCE mencionó que está observando de cerca la inflación en el sector servicios, que sigue estando muy por encima de la inflación general. Los indicadores de precios del PMI no ofrecen tranquilidad en este sentido: los costos de insumos aumentaron a un ritmo más rápido por tercer mes consecutivo, y los precios de venta siguieron esta tendencia. Los acuerdos salariales más altos son en parte responsables, ya que las empresas trasladan estos costos a los clientes. Ante este contexto, el BCE optó por un enfoque prudente, recortando las tasas de interés solo en 25 puntos básicos.
“La situación del sector manufacturero sigue siendo bastante grave. La producción cayó a un ritmo más rápido en diciembre que en cualquier otro momento del año, y los nuevos pedidos también disminuyeron. El ciclo de reducción de inventarios no muestra señales de detenerse. Mientras tanto, los datos globales del PMI manufacturero señalaron una estabilización en las condiciones operativas en noviembre, lo que ofrece una pequeña esperanza de que la tendencia descendente no continúe sin tregua en la Eurozona.
“Alemania y Francia, las dos mayores economías de la Eurozona, están actualmente en aguas políticamente inciertas. Esto está impidiendo que se implementen las reformas necesarias a corto plazo para reactivar el crecimiento y está contribuyendo a la debilidad persistente en ambos países. Sin embargo, esta situación también conlleva riesgos al alza. Si los futuros gobiernos logran trazar un rumbo claro, aún podrían surgir sorpresas positivas el próximo año. De hecho, las empresas de la Eurozona se mostraron ligeramente más optimistas que en noviembre respecto a que la actividad comercial será mayor dentro de un año en comparación con la actualidad.”