La inflación en Alemania se aceleró más de lo previsto, en línea con un repunte generalizado en la eurozona que refuerza la postura del Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés sin cambios.
Según la oficina de estadísticas, los precios al consumidor subieron un 2,4 % en septiembre, frente al 2,1 % de agosto, impulsados por el encarecimiento de los servicios y una caída menos pronunciada de la energía respecto al año pasado. La cifra supera la previsión mediana del 2,2 % recogida en una encuesta de Bloomberg.
El dato llega tras repuntes similares en las principales economías del euro: Francia, Italia y España también han registrado inflaciones más altas. Para el conjunto de los 20 países del bloque, el informe que se publicará el miércoles apunta a un avance hasta el 2,2 %, superando el objetivo del 2 % que se había alcanzado previamente.





