El número de estadounidenses que solicitaron prestaciones por desempleo cayó en 7.000 con respecto a la semana anterior, hasta 221.000, en la semana que finalizó el 22 de julio, la cifra más baja en cinco meses y muy por debajo de las expectativas del mercado, que se situaban en 235.000.
El resultado subrayó aún más la persistente rigidez del mercado laboral estadounidense, respaldando algunas apuestas a que la Reserva Federal aún podría ampliar su ciclo de endurecimiento en septiembre.
Por otra parte, las solicitudes continuas de empleo cayeron en 59.000 hasta 1.690.000 en la semana anterior, la menor desde enero, lo que sugiere que los demandantes de empleo encuentran rápidamente nuevos puestos de trabajo.