Según dos personas familiarizadas con el banco, Deutsche ha prestado principalmente a empresas que dan servicio a los “hyperscalers” —como Alphabet, Microsoft y Amazon—, y la deuda está respaldada por contratos a largo plazo que garantizan rendimientos estables.
En los últimos meses, Deutsche ha proporcionado financiación por deuda al grupo sueco EcoDataCenter y a la empresa canadiense 5C, que en conjunto han recaudado más de 1.000 millones de dólares para impulsar su expansión.
El banco de inversión no desglosa cuánto ha prestado al sector, pero se estima que asciende a varios miles de millones de dólares.
Pues bien, algo interesante acaba de suceder, según The Financial Times:
Deutsche Bank está explorando formas de cubrir su exposición a los centros de datos, tras haber concedido miles de millones de dólares en préstamos al sector para mantener el ritmo de la demanda de inteligencia artificial y computación en la nube.
Los ejecutivos del banco han debatido cómo gestionar su exposición a esta industria en auge, mientras los llamados “hyperscalers” invierten cientos de miles de millones de dólares en infraestructura para sus necesidades de IA, cada vez más financiada mediante deuda.
El banco alemán está considerando opciones como ponerse corto en una cesta de acciones relacionadas con la IA —una estrategia que ayudaría a mitigar el riesgo bajista apostando contra compañías del sector—.
También estudia comprar protección contra impago sobre parte de la deuda usando derivados, a través de una operación conocida como transferencia sintética de riesgo (Synthetic Risk Transfer, SRT).
¿Te suena familiar?
Si Deutsche estuviera tan confiado en la “naturaleza autorreferencial” del gasto en CapEx (inversión en capital) de los centros de datos —tan glorificado en los últimos tiempos—,
¿por qué sentiría la necesidad de cubrir ese riesgo?
No es una pregunta del todo justa, ya que cubrir riesgo forma parte habitual de su actividad,
pero plantea dudas: las mismas que muchos ajenos a Wall Street se hacen al ver los múltiplos y rondas de financiación circular que mantienen con vida el sueño del mundo de la inteligencia artificial.




