Ciertos productos de inversión como son los ETF o por sus siglas en inglés (Exchange traded found) son productos muy beneficiosos a la par que populares en la última década, pues han obtenido un rango de crecimiento bastante interesante entre los inversores. No obstante, a pesar de la importancia, pocas son las menciones a la pregunta: ¿Qué pasa si desaparece un fondo cotizado?. En este artículo desvelaremos las posibles situaciones en las que te puedes encontrar frente al cierre de un etf.
El ser humano por su propia naturaleza tiende bastante a defenderse en cualquier situación, lo que le produce un miedo que desde mucho tiempo atrás le ha ayudado a sobrevivir a cada situación complicada. Esta faceta que tenemos las personas, es un tanto perjudicial a la hora de enfrentarnos emocionalmente a las inversiones. Y es, por lo tanto, bastante influyente en el pensamiento que pueda tener la sociedad acerca del cierre de un fondo cotizado. En consecuencia, nos lleva a pensar que el cierre del etf se llevará arrastrando nuestro dinero tras él. Pero lo cierto es que no es así y aquí os lo vamos a explicar.
¿Qué pasa si desaparece un fondo cotizado?
La principal causa que lleva a los fondos cotizados a cerrar es la falta de interés por parte de los inversores, por lo que debemos elegir sabiamente el etf, teniendo en cuenta su composición ya que también influenciará en su interés, aunque existen otras circunstancias como son un pobre rendimiento a largo plazo o incluso problemas con el emisor del etf. Que se produzca el cierre de un fondo cotizado no es el fin del mundo, no tenemos por qué asustarnos, pues no perderemos nuestro capital invertido en el fondo.
Entonces, ¿Qué pasa si un etf desaparece?. Cuando un fondo cotizado cierra, se produce la liquidación del fondo, por lo que los inversores que lo forman reciben la parte proporcional a la inversión que realizaron en el pasado. Es por ello que no debemos alarmarnos si percibimos que el fondo va a cerrar, aunque si que es un riesgo considerable debido a que generamos un coste de oportunidad al no poder mantener la inversión en el etf en el que tenemos interés.
Normalmente los emisores de los etf avisan con antelación el cierre de su vehículo, con unos 30 días de antelación a la fecha de liquidación. Fecha por la cual los inversores obtienen su inversión transformada en cash. Dicho esto, tenemos dos opciones de reacción una vez ya sepamos con total seguridad el cierre de un fondo cotizado:
Vender participaciones con antelación al cierre.
Como primera opción, tenemos a nuestro alcance realizar una venta de las participaciones, antes de que venza la fecha de liquidación. No obstante, no es una opción demasiado interesante. Encontrar una parte que esté interesada en la compra de un etf que esta a punto de liquidar es como buscar una aguja en un pajar. La mayoría de inversores que forman el mercado, no son partidarios de adquirir posiciones en etf que pasarán a ser cash en una fecha cercana.
Como hemos dicho anteriormente, la demanda de los inversores es una de las principales causas del cierre de un etf, y no será menos frente a la venta anticipada de éste. Como consecuencia, la dificultad de venta de las participaciones incitará a los participantes del etf a realizar ventas con descuento respecto al valor liquidativo. Cosa que, sin lugar a duda, será un punto negativo que deberemos evitar en la medida de lo posible. En resumen, la venta anticipada al cierre se considera una opción menos interesante respecto a recibir el capital en la fecha de liquidación.
Esperar a que el etf liquide totalmente su capital.
La segunda opción que tenemos a nuestra disposición al desaparecer un fondo cotizado es mantener la inversión hasta llegada la fecha de cierre del fondo cotizado. Pasada la fecha de cierre del etf, obtendremos en cash el valor liquidativo del fondo en proporción a las participaciones que tuviéramos en el fondo. Sin duda, una opción en la que evitamos el riesgo de venta con descuento. No obstante, el cierre de un fondo cotizado conlleva unas comisiones y unos costes legales asociados, factor que podría llegar a perjudicar los partícipes.
Cualquiera de las dos opciones son válidas y utilizar una u otra dependerá en gran medida de la situación que se encuentre el etf respecto al mercado. Por supuesto, si cabe la posibilidad de cerrar la posición y liquidar el etf al precio del valor liquidativo sin la interrupción de indeseados costes , tiene mayor sentido hacerlo y evitar incertidumbres de cara al cierre del fondo. De lo contrario, deberemos evaluar las ventajas y desventajas de cada opción respecto a la situación actual y decidir.