Nvidia ha publicado otro trimestre récord. Superó las expectativas tanto en ingresos como en beneficios, elevó su guía para el próximo trimestre y reafirmó su dominio absoluto en la carrera de la inteligencia artificial. Y, sin embargo, el mercado respondió con frialdad cayendo un 3%. ¿Por qué? Porque entre los datos espectaculares se filtran señales de desaceleración, presión geopolítica y concentración excesiva del negocio.
Cifras clave del trimestre:
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Ingresos: $46.740 millones (+56% interanual), por encima del consenso de $46.060 millones.
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Beneficio por acción (EPS ajustado): $1.05, superando los $1.01 esperados.
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Margen bruto (non-GAAP): 72.7%, ligeramente afectado (+40 pb) por la liberación de inventario H20.
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Recompras y dividendos: $10.000 millones devueltos al accionista.
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Crecimiento interanual acumulado en ingresos (últimos 12 meses): +86.17%.
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Capitalización bursátil: $4.43 billones; P/E ratio: 57.81.
Data center:
Los ingresos por centros de datos ascendieron a $41.100 millones, lo que representa un crecimiento del +56% interanual, pero volvieron a quedar por debajo de lo esperado ($41.300 millones). Y más allá del “miss”, preocupa una caída secuencial respecto al trimestre anterior. 
En la conference call, la CFO Colette Kress explicó que:
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$33.800 millones provinieron de GPU (compute), afectados por $4.000 millones menos en ventas de H20.
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$7.300 millones vinieron de networking, con un crecimiento del 98% interanual.
Pese al impulso de la nueva arquitectura Blackwell, la ralentización empieza a ser perceptible. Y no solo por el contexto de China, sino por una posible saturación en el ritmo de inversión de los grandes CSPs.
La conference call: Jensen Huang y el nuevo paradigma de la IA
Uno de los momentos más destacados de la llamada fue cuando Jensen Huang explicó cómo ha cambiado la forma en que la IA genera resultados:
“Hemos pasado de los chatbots de un solo disparo a modelos ‘agentic’, que razonan, planifican y utilizan herramientas. Esto multiplica la carga computacional por 100 o incluso por 1000.”
Este salto hacia la IA razonadora (Agentic AI) es lo que, según Huang, justifica la evolución del hardware de Nvidia: su plataforma NVLink 72 convierte cada rack en un ordenador completo, capaz de gestionar modelos mucho más complejos que los actuales. Y ahí es donde entra Blackwell, el corazón del plan de crecimiento para los próximos años.
Además, destacó que:
“Con una inversión de $3 millones en Blackwell, una empresa puede generar $30 millones en ingresos por tokens. Eso es un retorno 10x. Es economía computacional.”
Las previsiones para Q3: sólidas, pero sin entusiasmo
Para el tercer trimestre, Nvidia espera ingresos de $54.000 millones, por encima del consenso ($53.100 millones), pero lejos de las estimaciones más optimistas que rozaban los $60.000 millones.
El crecimiento secuencial proyectado (+$7.000 millones) sigue siendo fuerte, pero el mercado empieza a ajustarse a la idea de que el ritmo exponencial no es sostenible.
China: ¿riesgo o catalizador?
Nvidia no ha incluido ningún ingreso por ventas de H20 a China en su guía para el Q3, aunque estima que podría facturar entre $2.000 y $5.000 millones si se resuelven las trabas regulatorias.
Jensen Huang fue claro:
“China es un mercado de $50.000 millones para nosotros este año, y está creciendo al 50% anual. El 50% de los investigadores de IA están allí. Es crucial que las empresas tecnológicas americanas puedan competir en ese mercado.”
Pero la compañía también advirtió que las condiciones impuestas por EE. UU. —como ceder el 15% de los ingresos al gobierno— podrían generar litigios y beneficiar a competidores sin esas restricciones.
Blackwell y Rubin: escalando hacia los $4 billones de IA
Blackwell ya representa el 70% de los ingresos del centro de datos, con una adopción masiva por parte de OpenAI, Meta, AWS, Google Cloud y otras empresas punteras. Pero Nvidia no se detiene: Rubin, su próxima plataforma, ya está en fase de producción, con seis nuevos chips que redefinirán el estándar de eficiencia energética y rendimiento.
“Blackwell entrega un salto generacional excepcional. Rubin irá aún más allá”, dijo Huang.
La hoja de ruta es clara: mantener un ritmo anual de innovación, maximizando el rendimiento por vatio, en un contexto donde la electricidad será el nuevo limitador estructural del crecimiento de la IA.
Networking: el nuevo gigante escondido
Uno de los aspectos menos comentados —pero más relevantes— fue el crecimiento en el negocio de redes. Spectrum X, la solución Ethernet de Nvidia, ya genera más de $10.000 millones anuales. El crecimiento secuencial fue del 46%.
El CEO destacó que elegir el sistema de red correcto puede mejorar un 20-30% la eficiencia de una IA factory, lo cual se traduce directamente en ingresos y en retorno sobre la inversión.
RTX Pro y Robotics: verticales que se consolidan
Nvidia también reportó:
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Gaming: $4.300 millones, +49% y récord histórico.
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Professional visualization: $601 millones, +32%.
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Automotive & Robotics: $586 millones, +69%, impulsado por la plataforma THOR, que ya ha sido adoptada por Boston Dynamics, Amazon Robotics, Meta, Caterpillar, etc.
Además, el ecosistema Omniverse + Cosmos y la expansión de servidores RTX Pro están posicionando a Nvidia no solo como proveedor de chips, sino como constructor de la nueva infraestructura industrial.
Conclusión: Nvidia domina… pero ya no corre sola
Los resultados de este trimestre siguen siendo sobresalientes. La narrativa es potente. La ejecución, impecable. Pero el mercado ya no compra solo el relato. Y Nvidia está entrando en una fase donde cada trimestre será un examen de sostenibilidad, eficiencia y diversificación.
El paso de la euforia al escrutinio ha comenzado. Y ahí es donde Nvidia deberá demostrar que no solo lidera la IA… sino que sabe adaptarse cuando el viento deja de soplar a favor.





