La tasa de inflación de los precios al consumo en la zona euro se confirmó en el 2,5% en enero de 2025, la tasa más alta desde julio de 2024, impulsada principalmente por una fuerte aceleración de los costes energéticos (1,9% frente al 0,1% de diciembre). Por su parte, la inflación de los bienes industriales no energéticos se mantuvo estable en el 0,5%, mientras que el aumento de los precios se ralentizó tanto en los servicios (3,9% frente a 4,0%) como en los alimentos, el alcohol y el tabaco (2,3% frente a 2,6%).
En términos mensuales, los precios de consumo cayeron un 0,3% en enero, tras un aumento del 0,4% en diciembre.
La tasa de inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se mantuvo sin cambios en el 2,7% por quinto mes consecutivo, marcando su nivel más bajo desde principios de 2022.