Queridos lectores, hoy repasaremos la perspectiva actual del oro la cual debido a la incertidumbre en los mercados tradicionales se prevé un comportamiento poco común e infrecuente.
El oro ha sido durante siglos un refugio seguro frente a la incertidumbre económica y las crisis financieras. Su comportamiento en los mercados ha estado históricamente ligado a factores como el dólar estadounidense y los rendimientos de los bonos del Tesoro, con los cuales suele mantener una relación inversa. Sin embargo, los recientes movimientos en los mercados sugieren que algo está cambiando.
A pesar de un dólar más fuerte y un aumento significativo en los rendimientos de los bonos, los precios del oro han mostrado una notable resiliencia. ¿Por qué?
ORO, DÓLAR Y BONOS
Empecemos con el oro y el dólar los cuales han tenido relación inversa, es una obviedad que el oro se negocia en dólares por lo que un dólar más fuerte tiende a encarecerlo para los compradores extranjeros, a su vez, esto provoca una reducción de la demanda y caídas comunes en el propio precio del activo.
Siguiendo con el oro y el bono del tesoro que guardan la misma relación con respecto a la anterior, debido a que los bonos generan rendimientos y el oro no genera nada de intereses o dividendo cuando estos rendimientos suben, el costo de oportunidad de mantener el oro aumenta por lo que es un efecto negativo para su compra.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL ORO REALMENTE?
En septiembre, este esquema tradicional pareció romperse. A pesar de que el índice del dólar estadounidense ($DXY) ha subido de manera constante, encareciendo el oro para los compradores extranjeros, y los rendimientos de los bonos a 10 años aumentaron casi 90 puntos básicos desde que la Reserva Federal comenzó a recortar las tasas de interés, el precio del oro se ha mantenido relativamente estable.
Incluso en momentos de caídas en los precios, los inversores han continuado comprando oro, manteniendo activa la demanda.
Esto parece una locura pero tiene cierta explicación:
El repunte de la inflación:
Una de las explicaciones más relevantes es que los mercados están anticipando un rebote en la inflación. Indicadores clave, como la inflación anualizada del índice PCE (el preferido de la Reserva Federal), están mostrando un repunte hacia niveles del 4%.
Tensiones geopolíticas y comerciales:
Otro factor clave es la creciente posibilidad de una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y China ( se vio la posibilidad de que Trump subiera mucho más los aranceles entorno a un 40%). Este tipo de tensiones geopolíticas crea incertidumbre económica global, fortaleciendo el papel del oro como refugio seguro para los inversores que buscan protegerse de las turbulencias en los mercados.
Las Implicaciones para los Inversores
Para los inversores, estas señales sugieren que, aunque el oro sigue siendo una cobertura contra la inflación y las crisis económicas, los factores como las tensiones geopolíticas y la insostenibilidad fiscal de grandes economías como la estadounidense pueden ser determinantes en su desempeño futuro.
“Vivimos en una época donde lo imposible parece posible”-Francisco Rodríguez Fernández.
Una frase que sin lugar a duda viene especialmente bien para la actualidad económica.
CONCLUSIÓN
El mercado del oro está atravesando un momento de transformación. Si bien ha mantenido su papel tradicional como activo de refugio seguro, la interacción entre la inflación, las tensiones comerciales y los desafíos fiscales está alterando las dinámicas que lo han regido históricamente.